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La Unión de Pequeños Agricultores y Ganadores de Extremadura (UPA-UCE) ha subrayado que los cooperativistas «no son responsables de la deuda de Acorex» y que por eso, «ellos no tienen que pagar los platos rotos», ya que, según el colectivo, la situación actual de la empresa agroalimentaria «se debe a interferencias políticas».

Así lo ha manifestado el secretario general de UPA-UCE Extremadura, Ignacio Huertas, que asegura que Acorex «está al borde de la quiebra» por las mencionadas interferencias políticas «y la imposición de presidentes y gerentes». De esta forma, desde UPA-UCE «hacemos un llamamiento al Ejecutivo extremeño para que consiga financiación para Acorex y busque soluciones reales».

En este sentido, Huertas ha recalcado que «no estamos diciendo que se tiene que pagar la deuda de Acorex, sino que se tiene que buscar financiación para que la empresa pueda seguir siendo viable».

Así, Huertas ha insistido en la «necesidad de salvar este proyecto agrario, económico y social. Si el Gobierno no se implica, esto puede acabar con la viabilidad de miles de explotaciones en la región”.

Los trabajadores de Acorex están convocados hoy a una huelga por la situación en la que se encuentra la entidad y Huertas ha subrayado que «no estamos dispuestos a asistir a un entierro aplazado, en diferido de la empresa, para que no se perjudique electoralmente un partido».

Por último, desde UPA-UCE han instado a los consejos rectores de las cooperativas de Acorex a que «no acepten planteamientos que conlleven la ruina de los agricultores».

E. Villanueva /

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