Este es el tercer año que el productor teatral Jesús Cimarro se pone al frente del Festival Internacional de Teatro de Mérida, que alcanza su 60 edición, con una programación “variada, distinta y que recoge todo lo que se ha hecho en el festival durante estos años”
¿Por qué se ha querido dar entrada a la ópera?
Me parece que no ha podido haber mejor apertura que «Salomé». Una obra que nunca se había representado en Mérida, que aparte del nivel artístico, tiene una partitura maravillosa de Richard Strauss que han interpretado 80 músicos de la Orquesta de Extremadura, cuya se ha tenido que reforzar. Ha sido un inicio arriesgado pero la respuesta ha sido un éxito. El público está ávido de espectáculos de este tipo.
Qué se ha intentado conjugar en la programación de este año…
Con la celebración del 60 aniversario pretendía conjugar todos aquellos elementos que han configurado este festival a lo largo de todos estos años. En general, yo soy muy ortodoxo a la hora de programar. Este es un festival de teatro y hay que volcarse en este aspecto. Pero en esta ocasión me he permitido incluir ópera, música, danza e incorporar circo, exposiciones, cine, conferencias para que se abarque un amplio espectro de la cultura, en general. Explorar otros géneros, para ver cómo responde el público.
De momento, parece que está respondiendo bien, porque el número de entradas anticipadas es alto…
Llevamos ya más de 24.000 entradas vendidas…
…Y el número de espectadores también se ha incrementado, ¿no?
Sí. Yo cogí las riendas de este festival con 41.000 espectadores. El primer año ya conseguimos un incremento hasta los 53.000 y en 2013 hubo 75.000 solo en el Teatro Romano de Mérida. Aparte todas las actividades paralelas que se conjugan con este certamen y que en el global alcanzan unas cifras de 89.000 personas que disfrutaron de los diferentes espectáculos del festival.
Este año también habrá que contar la afluencia de un nuevo espacio. ¿Cómo surgió la idea de desdoblar el festival y extenderlo a Medellín?
Bueno, el año pasado el presidente Monago inauguró la reforma del Teatro Romano de Medellín y ya entonces aseguró que se le iba a dotar de una programación. Y qué mejor que convertir este espacio único en una extensión del Festival de Mérida.
Es una experiencia nueva que hay que testar, pero estoy seguro de que habrá una gran respuesta con la programación que hemos configurado.
«Nunca me canso de repetirlo: Extremadura es la gran desconocida»
¿Cuándo se presentará la programación para el tercer escenario, el de Regina?
Con Regina ya llevábamos colaborando una serie de años y este año presentaremos la programación de ese espacio el próximo 17 de julio.
¿Hay algún festival de teatro que se desarrolle en tres escenarios diferentes?
Hay programaciones en Andalucía en diferentes centros, pero no un festival que tenga extensión como este. Se trata de un certamen único.
Después de «Salomé» el siguiente plato fuerte es «Medusa» con Sara Baras, ¿qué se puede esperar de este espectáculo?
Pues es un espectáculo maravilloso, porque hablamos de una de las mejores bailarinas que tiene este país en el arte flamenco. La Medusa que está preparando Sara Baras va a ser sorprendente.
Si te fijas, la programación del festival se abre con dos heroínas, Salomé y Medusa, y se cierra con dos héroes (por así decirlo), que son Coriolano y Edipo Rey. En el espacio central del festival se ubican las comedias, para que el público disfrute y se ría, más allá de las tragedias, con «Las ranas» con Pepe Viyuela, Gurruchaga haciendo de Pluto y Pepón Nieto y Anabel Alonso en «El eunuco».
Descríbanos un día en Mérida, para un turista que decida acercarse a la ciudad atraído por este festival…
Lo digo siempre y no me canso de repetirlo: Extremadura es la gran desconocida. El paisaje, la gastronomía, las gentes. Aquí hay un patrimonio cultural impresionante. Este festival es orgullo de los emeritenses y de los extremeños y hay que divulgarlo para que la gente pueda disfrutar de Mérida, su entorno y este festival.
Eduardo Villanueva /
