Una compañía con seis hermanos sobre el escenario es poco habitual ¿Cómo explica que todos tengan el gen artístico?
Nos viene por genética, porque nuestro padre fue un artista genial; y también por educación, porque desde la cuna recibimos una educación muy ligada a las artes.

¿No se dan los típicos celos entre hermanos?
Sobre el escenario nos llevamos muy bien. Hay una sinergia muy fuerte. Sí es verdad que somos muy competitivos e intentamos siempre superarnos a ver quién hace más piruetas, quién hace lo más difícil…, esa es precisamente la causa de que nuestros espectáculos lleven ese virtuosismo a nivel tan alto. Es una competitividad sana, pero no envidias o celos.

Hablan de un estilo propio de Los Vivancos ¿Cómo lo definiría?
Definirlo es una de las cosas más difíciles, y realmente no hemos conseguido hacerlo. La mejor manera de entenderlo es verlo, porque suceden tantas cosas en el escenario, se mezclan elementos tan dispares, como el flamenco y el juego acrobático, Bethoven con Metállica…, que a priori parece que no tienen nada que ver, pero todo se une de una manera tan orgánica que te olvidas que estás viendo fusión y lo que estás viendo es un estilo propio.

“Nacidos para bailar’ convierte en arte ese “más difícil todavía” de los circos antiguos”

‘Nacidos para bailar’ no es flamenco, ni circo, ni un concierto, ¿qué es?
No es nada de ello pero tiene elementos de todas esas disciplinas. Es una utopía escénica, una obra coral de elementos, una obra muy plural. En cierto modo es un homenaje a la diversidad y una obra que convierte en arte ese ‘más difícil todavía’ de los circos antiguos.

Es la tercera producción de la compañía ¿Qué novedades ofrece?
Es más ambiciosa, con un elemento tecnológico más grande y escenográficamente más elaborada. Hemos colaborado con un ingeniero aeroespacial de la NASA, y también adaptamos a nuestro estilo temas del rock interpretados por la Orquesta Sinfónica de Budapest…

¿Qué sensaciones esperan despertar en el público este domingo en Cáceres?
Nos gustaría que durante las casi dos horas que dura el espectáculo el público pudiera olvidarse del mundo, de sus problemas cotidianos y simplemente se dejara llevar. ‘Nacidos para bailar’ es una oda a la vida, es una obra con humor, en la que no poder no existe, todo parece posible, los sueños al final se hacen realidad si luchas por conseguirlos. Esperamos que el público sea capaz de entender ese mensaje y que simplemente disfruten tanto como nosotros disfrutamos actuando.

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