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Lunes de papel /
EMILIA GUIJARRO

Aunque lo que me apetecería hablar es del Ébola, y su catastrófica gestión por parte de un gobierno inoperante, que ha puesto en riesgo la salud de muchas personas y que de manera vil ha tratado de culpabilizar a una humilde auxiliar de clínica, que ha hecho su trabajo lo mejor que ha sabido o podido, de acuerdo con los protocolos recibidos.

Hoy voy a hablar del fraude fiscal que aunque parezca que no,hay cosas que están relacionadas, y que no sucederían en sanidad si no hubiera habido tantos recortes, tal y como se ha dicho por los profesionales de la medicina, a lo largo de los últimos meses.

En el Pleno de la Asamblea de Extremadura del jueves pasado, todos los grupos parlamentarios a pesar de las diferencias ideológicas que nos separan, nos comprometimos a luchar contra el fraude fiscal en Extremadura, que se cifra en 1.700 millones de euros, por lo que hemos pedido una normativa fiscal propia y un plan de choque frontal contra el fraude fiscal, porque todos los estudios manejados y las recomendaciones de los expertos sitúan a Extremadura a la cabeza de la economía sumergida de este país.

Cada vez que defraudamos a Hacienda estamos tirando piedras contra nuestro tejado

Lo que la Unión Europea en su conjunto deja de ingresar por el fraude fiscal es un billón de euros. Exactamente lo mismo que la Unión Europea gasta en el mantenimiento de sus sistemas sanitarios o cuatro veces lo que gasta en educación. Extremadura deja de ingresar por fraude, 5000 millones de euros, una cantidad similar a la que se maneja para los presupuestos anuales.

Por esta razón también hemos pedido acciones y campañas de concienciación, como se realizan en otros países de nuestro entorno, para promover la ética fiscal. Sabemos que los recientes escándalos no ayudan a crear esta conciencia ética, más bien lo contrario, apartan a los contribuyentes honrados de sus obligaciones, pero hemos de saber todos y tener muy presente que cada vez que defraudamos a Hacienda estamos tirando piedras contra nuestro tejado, contra el tejado de los que no tienen más que los servicios públicos y estatales para cubrir sus necesidades.

Pero como las buenas intenciones no son suficiente también recomendamos al gobierno un endurecimiento de las sanciones contra el fraude y el delito fiscal, sobre todo de las grandes empresas, que son las que realmente producen un descalabro de las cuentas extremeñas.

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