Los senadores aplauden al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, después de conocer los resultados de la votación durante una sesión plenaria en el Senado / Alejandro Martínez Vélez - Europa Press

El resultado de las elecciones generales celebradas ayer puede arrojar un bloqueo en la gobernabilidad del país ya que los candidatos de PP y PSOE no tienen los escaños suficientes para ser investidos claramente como presidentes del gobierno. El candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha ganado las elecciones generales pero por la mínima, no suma con Vox y no podrá gobernar. Pedro Sánchez, por su parte, aguanta pero su investidura dependerá del partido de Carles Puigdemont para seguir en Moncloa, dado el retroceso que ha sufrido ERC en estos comicios, que ha perdido 6 escaños.

La expectativa de Feijóo, alentada por la victoria en municipales y autonómicas y el haber ganado claramente el ‘cara a cara’ con Pedro Sánchez, no se ha visto cumplida y no ha logrado los 150 escaños que le daban algunas encuestas. Se ha quedado con 136, a pesar de que ha sumado 47 escaños y casi 1,9 millones de votos a los pocos más de 5 millones de hace cuatro años.

Sin embargo, esta victoria, aunque por la mínima, propiciará que el candidato ‘popular’ a la presidencia del Gobierno reivindique su derecho a formar gobierno, pidiendo que se permita la investidura del ganador de las elecciones y buscando aplicar así la promesa que él hizo de que apoyaría para gobernar al que resultara ganador el 23J.

Una pretensión imposible dado que la suma con Vox no será suficiente. El partido de Abascal ha logrado mantenerse como tercera fuerza en el Parlamento, un puesto que se disputaba con Sumar, pero ha pasado de los 52 escaños que tenía a 33 y ha perdido cerca de 700.000 votos.

Ambos partidos suman 169 diputados en el Congreso, una cifra que no les da para gobernar, ni con la hipotética suma del diputado obtenido por UPN y el de Coalición Canaria ya que no llegan a los 176 necesarios para la investidura.

Sánchez aguanta y suma 900.000 votantes

El bloque de la izquierda, por su parte, ha logrado 153 diputados de los que 122 son del PSOE, que suma dos más y cerca de 900.000 votantes, con un Pedro Sánchez que aguanta después de su arriesgada campaña en los medios de comunicación, con más platós que mitines.

A ellos se añaden los 31 escaños de Sumar, la coalición de 15 partidos de Yolanda Díaz, que no han logrado alcanzar ni la peor marca de Unidas Podemos –35 diputados más los 3 de Más País de hace 4 años–.

Pero para lograr los 176 escaños, PSOE y Sumar necesitarían un total de 23 diputados más y sus aliados tradicionales en el Parlamento –ERC, Bildu, PNV y BNG– suman 19. Con lo que la investidura de Pedro Sánchez acabará dependiendo de lo que haga Junts, el partido de Carles Puigdemont, que tendría que votar a favor o abstenerse para que el líder socialista saliera elegido.

Pero el expresidente catalán huido en Bélgica ya aseguró antes de iniciarse la campaña electoral que su formación no daría apoyo ni a Sánchez ni a Feijóo. Y esta misma noche, la líder de Junts, Miriam Nogueras, ha dejado claro que no va a hacer presidente a Pedro Sánchez a cambio de nada.

Pero también ERC y EH Bildu advirtieron durante la campaña su intención de subir la factura a Pedro Sánchez por sus apoyos, enfocando sus peticiones hacia un referéndum.

Con estos datos podría producirse un bloqueo en el Parlamento que, de momento, permitirá seguir a Pedro Sánchez en Moncloa y podría acabar desembocando en unas nuevas elecciones, como ocurrió en 2016, cuando resultó imposible formar gobierno tras los comicios de 2015.

Retroceso independentista

Uno de los factores que influirá en que los escaños de ERC no sean suficientes para sostener al PSOE y Sumar en el Gobierno ha sido el fuerte retroceso que ha sufrido este partido en Cataluña, ha perdido un total de 6 diputados para quedarse en 7. En cifras absolutas, casi la mitad de su electorado al pasar de 874.859 a 460.118.

Junts también ha experimentado un retroceso de 140.000 votantes, pero solo se ha dejado un escaño, mientras que la CUP no regresa al Parlamento nacional al no haber obtenido ningún escaño tras ver reducido su electorado a un tercio de hace cuatro años.

Quien ha explotado este desgaste del independentismo ha sido el PSC, que además de ganar más de 400.000 votantes ha logrado hacerse con 19 diputados, 7 más que en 2019. El PP también ha crecido en Cataluña en estos comicios, que de dos diputados ha pasado a 6 y casi duplica sus votantes.

Bildu sigue avanzando

El único partido de los que ha pactado con el PSOE y ha salido beneficiado en estos comicios ha sido EH Bildu, que ha dado el sorpasso al PNV en el Parlamento, logrando 6 diputados –5 en el País Vasco y uno en Navarra–, mientras que el PNV ha perdido uno y se queda con 5 diputados en el Parlamento.

En Euskadi están igualados a 5 diputados el PSE, el PNV y EH Bildu, que viene pisando los talones al partido de Iñigo Urkullu, después de ganar más de 50.000 votantes este domingo, mientras que el Partido Nacionalista Vasco ha perdido 100.000.

FuenteAvuelapluma/Europa Press
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