A los alumnos del CEIP ‘Castra Caecilia’ les dio tanta pena quemar a Rocco, el dragón del año pasado, que al final no lo mandaron a la hoguera y este año volverán a reutilizar la figura. Además, le han añadido una escultura de un huevo y una cría, de nombre Dracko.

La artífice de esta escultura es Romina, madre de un alumno a la que le encanta crear y le apasiona la escultura. Su dragón está inspirado en los dragones de películas y series como Juego de Tronos, aunque ella ha ido modificando e incorporando los materiales a su gusto. Tanto fue el cariño que le puso en 2017 que logró que los alumnos y alumnas del colegio se encariñasen con Rocco hasta tal punto que estuvieron un mes decidiendo si quemarlo o no. Al final ganó el no y este año el dragón volverá a recorrer las calles de la ciudad junto a una cría y otra en camino dentro del cascarón de su huevo. “Me encanta crear para los niños porque ellos son más sinceros, un adulto no te valora tanto”, destaca.

Romina se encarga de esta tarea desde hace cinco años y durante las ediciones anteriores siempre ha contado con la colaboración de los pequeños escultores del colegio, sin embargo, este año se ha llevado el taller a casa, aunque el material lo ha puesto el colegio y en la pintura ha colaborado un chico de prácticas que pasó por el colegio. “Con el mal tiempo ha sido más difícil organizarnos y yo me apaño muy bien sola”, ha afirmado.

Sobre el tamaño y las características del su dragón, cuenta que mide 2,5 metros de largo y 2 metros de alto y está hecho de papel cartón. La cría es más pequeña y además no tiene alas.

Romina es argentina, pero lleva unos años afincada en Cáceres y cuando llegó y vio por primera vez el desfile le sorprendió gratamente. Ahora se declara fan absoluta de la festividad, aunque considera que deberían participar más colegios. Algunos como el Paideuterion se suman a la festividad desde hace años, pero en este caso, organizan un desfile alternativo.

Desfile con quema incluida

Según cuenta su director, Pablo Cidoncha, ellos organizan el desfile alternativo para poder quemar al dragón y que en la actividad participe toda la comunidad educativa. Esta tradición comenzó hace 8 años cuando la sección de Educación Infantil del colegio se puso a trabajar en la leyenda de San Jorge y decidieron organizar un pasacalles. Al año siguiente se sumó Primaria y al curso siguiente todo el colegio.

El desfile alternativo se celebra este año el viernes 20 y en él participarán los alumnos de todas las etapas educativas además de familiares, el cuerpo de baile del Conservatorio de Música, un grupo de Santuca y un centro invitado, el Centro Rural Asociado (CRA) Sierra de San Pedro, que congrega a escolares de las localidades de Membrío, Salorino y Herreruela. Junto a todos ellos estará el indiscutible protagonista, el dragón o mejor dicho, la cabeza del dragón. Porque lo que quemarán en la Plaza de Santa María será la estructura de la cabeza del dragón de unos 3 metros de largo y 2 de largo. El cuerpo será una túnica de tela donde irán agarrados en el desfile los más pequeños del colegio.

A diferencia de Rocco, al dragón del Paideuterion, que esté año está inspirado en China, tendrá un final menos alegre. Hasta que las llamas fundan el cartón piedra, la madera, el plástico y la pintura, los alumnos de Plástica de 4º de Primaria estarán ultimando los detalles para que antes de que esto suceda toda la familia educativa disfrute de esta tradición que nació sin intención, pero que ya se ha convertido en histórica.

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