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El espacio lleva cinco años cerrado, se invirtieron 290.000 euros y se critica el impacto que origina en un espacio que tiene más de un siglo de existencia.

El albergue de Alcuéscar, en el que la entonces Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura invirtió 290.000 euros, cumple cinco años cerrado y desde el actual Ejecutivo regional han asegurado que la adjudicación del espacio «quedó desierta, pero se está preparando un pliego nuevo» para volverlo a sacar a licitación.

Así lo han expresado a AVP desde la Consejería de Infraestructura y Economía, que es la que ahora se encarga de habilitar este espacio, cuyas obras finalizaron a mediados de 2011, pero que nunca abrió las puertas a los peregrinos.

De hecho, desde la Junta subrayan que el albergue está cerrado porque se convocó un proceso de licitación pública que quedó desierto el pasado 18 de diciembre de 2015. Ahora, según fuentes del Ayuntamiento, el Gobierno regional está en conversaciones para su próxima apertura y gestión.

La Junta subraya que el albergue no abre sus puertas porque se convocó un proceso de licitación pública que quedó desierto

En concreto, se trata e un moderno edificio (que incluso se puso como referente en la revista de arquitectura ‘Habitex’), que convirtió la antigua plaza de toros de la localidad cacereña en un albergue funcional con capacidad para un máximo de 30 peregrinos.

Un edificio de “dudoso valor”

«El solar destinado a la construcción del albergue tiene la particularidad de tener en su interior una plaza de toros» de 1902, resaltan en la citada revista.

«Con clara intención de descubrir el paisaje al caminante», se planteó un edificio cuya planta baja esta dotada de grandes transparencias en las zonas de uso común, de forma que «atraídos por la belleza de la Sierra de Montánchez», se incite a entrar en el y descubrir cómo el albergue se alza sobre la plaza de toros.

Desde la mencionada publicación también critican este espacio, asegurando que se trata de un «edificio de dudoso valor que provoca traumatismo y agresión sobre la escenografía creada por la plaza de toros».

Las obras finalizaron en julio de 2011 y la empresa Placonsa se encargó de su construcción.

Eduardo Villanueva /

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