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Lunes de papel /
Emilia Guijarro

Corría el mes de julio cuando nos sobresaltó la noticia de la desaparición de Manuela Chavero, una mujer de Monesterio, casada y madre de dos hijos, en proceso de separación, y con una vida normal, propia de una mujer de su tiempo. Siempre pensé que aparecería a los pocos días, pero pasa el tiempo, se ha cumplido un trimestre y el caso está tomando unos derroteros poco halagüeños.

¿Hay algo más insólito que desaparecer, sin causa aparente, una noche de verano de tu propio domicilio? La casa abierta, la televisión encendida, el móvil en la cocina, la ropa que llevaba….Todo hace pensar en una desaparición forzosa.

Siguiendo este caso, nos hemos enterado que en España hay 14000 desapariciones al año. Una cifra importantísima, que en unos casos se resuelve rápidamente y en otros nunca se vuelve a saber nada de la persona desaparecida. Son estos casos los que producen una gran inquietud.

También y a propósito de las críticas por las diferencias en el tratamiento mediático de casos recientes, nos hemos enterado que hay una gran diferencia entre unos casos y otros, y que esto ocurre con relativa frecuencia. Lo explica muy bien Paco Lobatón, periodista al que conocimos por su programa ¿Quién sabe dónde? Y que hoy forma parte de la Asociación SOS Desaparecidos. Hay 14 investigaciones nuevas al día por personas desaparecidas , pero solo unas pocas pasan a ser consideradas de interés por la prensa. Es un sentir muy común entre los familiares quejarse de la diferencia entre unos casos y otros.

Cuando la desaparecida es una chica joven o un niño, saltan enseguida las alarmas, cuando se trata de un varón o de una persona mayor las noticias no tienen tanto impacto. Tres días después de la desaparición de Diana Quer , desapareció un joven de treinta años en una localidad de Pontevedra, y su familia se queja, con razón, que esa desaparición no ha ocupado espacio mediático alguno.

No me gustaría que el caso de Manuela cayera en el olvido. Sabemos tan poco de lo que le pudo ocurrir que hace su desaparición más inquietante. Todas las hipótesis están abiertas, el tiempo y los investigadores harán su trabajo. Mientras tanto, nosotros no podemos dejar de hacer otra cosa que no olvidar el drama de una familia que sufre. El día que dejemos de hablar de ella habrá triunfado su enemigo y ella habrá desaparecido para siempre.

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