©UNICEF

Este año ha sido muy difícil para muchos países a lo largo del mundo, pero para Siria y Turquía ha sido catastrófico. El 6 y 20 de febrero, múltiples terremotos y réplicas sacudieron ambos territorios y afectaron a millones de personas. En esos trágicos días murieron en Siria aproximadamente 6.000 personas, incluidos niños y niñas, y más de 12.000 personas resultaron heridas de gravedad.

Los terremotos causaron grandes daños en todo el norte del país, y también dañaron la infraestructura y las instalaciones de servicios esenciales. Esto dificultó la situación de los niños y sus familias, que ya eran vulnerables debido a los conflictos, dejando a muchas personas sin alimentos, agua, refugio y con una necesidad urgente de atención médica y psicosocial de emergencia.

UNICEF respondió a las necesidades inmediatas pocas horas después del desastre y amplió rápidamente su respuesta de emergencia tras el terremoto. La intervención de UNICEF se basó en dar respuesta a las necesidades de la infancia, con la distribución de suministros esenciales de agua, saneamiento e higiene y de nutrición. Para ello, entre otras acciones, UNICEF instaló letrinas móviles, distribuyó agua potable en tanques, así como kits de agua e higiene familiares y suministros nutricionales esenciales como galletas energéticas, suplementos nutricionales y medicamentos esenciales (hierro, ácido fólico, vitamina A, para prevenir la desnutrición) etc., para cubrir las necesidades de una población que ya estaba en una situación humanitaria muy crítica antes del terremoto.

Situación en Siria 10 meses después de los terremotos

Previamente a los terremotos, la población siria vivía una especial situación de alarma alimentaria con una alta prevalencia de desnutrición y anemia, además de sufrir un deterioro prolongado de los sistemas existentes de agua y saneamiento. Diez meses después de los mortíferos terremotos, los daños causados en infraestructuras críticas son considerables, reduciendo su eficiencia y aumentando el riesgo de contaminación del agua, lo que agrava aún más la situación del país.

Millones de niños en Siria siguen enfrentándose a condiciones desesperadas y necesitando asistencia humanitaria. Para abordar sistemáticamente las deficiencias de micronutrientes, UNICEF y sus aliados están apoyando los esfuerzos para introducir un programa nacional de enriquecimiento del trigo en Siria, entre otras iniciativas.

Siria sigue enfrentando una de las emergencias más complejas del mundo. Las necesidades humanitarias sin precedentes se ven agravadas por los desplazamientos en el país y a través de sus fronteras, la destrucción generalizada de la infraestructura de servicios civiles y sociales, el impacto devastador de los terremotos, los brotes de enfermedades y la crisis económica.

UNICEF permanece sobre el terreno, con sus aliados, brindando asistencia vital a los niños y familias afectados, e insta a la comunidad internacional y a los donantes a invertir en esfuerzos de recuperación temprana, apoyar a las familias afectadas y reconstruir mejor para cada niño en Siria. Es crucial la restauración de los sistemas para brindar servicios sociales básicos esenciales como educación, agua y saneamiento, salud, nutrición, protección infantil y social, apoyo psicosocial, sin dejar a ningún niño o niña atrás.

Objetivo del proyecto en Siria

El objetivo del proyecto fue el de contribuir en el cumplimiento del derecho a la supervivencia y desarrollo de la población afectada por el terremoto en Siria, asegurando el acceso a suministros esenciales de emergencia. Su finalidad era prevenir enfermedades transmisibles por el agua a través del acceso a agua, saneamiento e higiene adecuados además de cubrir las necesidades básicas de nutrición entre la población afectada por el terremoto.

En este sentido UNICEF ha contado con la ayuda económica de diferentes financiadores, como la Diputación de Cáceres, que hizo una concesión directa de fondos para esta emergencia de 30.000€. Estos fondos se pudieron distribuir numerosos suministros entre la población afectada, como 2 tanques de 10.000 litros de agua, 100 cajas de tabletas de purificación de agua, 10 bases para letrinas, 75 kits familiares de agua, saneamiento e higiene para familias de 5 miembros, 25 kits de higiene para bebés, 75 paquetes de galletas de alto contenido energético, 400 packs de micronutrientes, 300 packs de vitaminas, hierro y ácido fólico para combatir la desnutrición, entre otros.

FuenteAvuelapluma
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