Carreteras cortadas para exigir mejoras en el campo. Asaja Extremadura
Foto: Ricardo Rubio - Europa Press

El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, anunció el pasado jueves que, a finales del mes de febrero, van a provocar cortes simultáneos en las principales carreteras de la provincia de Cáceres en protesta para pedir mejoras en el campo. Además, quieren sensibilizar a la ciudadanía sobre de los bajos precios que reciben los productores del campo.

Por su parte, Apag Extremadura Asaja llevará la protesta para exigir mejoras en el campo a la provincia de Badajoz.

Así, ambas organizaciones solicitarán los preceptivos permisos a la Delegación del Gobierno. «Esperemos que no se coarte la libertad de los manifestantes siempre compaginándola con determinadas medidas que tendrán que imponernos, lógicamente, como el paso de emergencias», señaló García Blanco.

Así, en rueda de prensa detalló que las protestas previstas se realizarán en la A-5 a la altura de Navalmoral de la Mata, en el Puerto de Miravete y entre Trujillo y Miajadas. En la A-66, el corte está previsto en la zona de Hervás, en Plasencia y a su paso por Cáceres.

También habrá cortes en la N-521, en la frontera portuguesa con Valencia de Alcántara; en la N-523 a la salida de Cáceres hacia Badajoz, y en la Ex-A1 entre Coria y Plasencia.

Con respecto a la provincia de Badajoz, se cortarán todas las carreteras nacionales, entre las que se encuentran N-430 (Badajoz-Ciudad Real), la N-432 (Badajoz-Córdoba); la N-435 en Fregenal de la Sierra, así como la Ex-104 que une Cabeza del Buey con Córdoba, y la autovía A-5 en Badajoz antes de entrar en Portugal.

Asaja Extremadura culpa de la situación a los costes salariales

Por tanto, para exigir mejoras en el campo se van a llevar a cabo un total de 19 protestas de manera simultánea en un día y a unas horas que, por el momento, no se han concretado. «Extremadura se colapsa», dijo con rotundidad el presidente de la organización agraria, que quiso añadir también que ese día «aquí no podrá entrar nadie más que los servicios sanitarios y de emergencias».

Igualmente, pidió “disculpas de antemano a toda la población y se hará saber con antelación para que se evite intentar acercarse a Extremadura ese día». De igual modo, García Blanco “espera” que el resto de organizaciones agrarias, como UPA o COAG, con las que se está negociando, se una a esta protesta del sector agrario que exige «recibir un precio justo por sus productos» con el objetico de garantizar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas.

Lazos verdes

Además, Asaja Extremadura ha comenzado una campaña, para visibilizar la protesta sobre las mejores en el campo, que consiste en un gran lazo verde que la organización agraria quiere que cuelgue de los balcones de los ayuntamientos de la región «en solidaridad con los agricultores».

Por el momento, un centenar de municipios han accedido a mostrar este gran lazo verde en sus fachadas. Además, la Asaja Extremadura mandará correos electrónicos a todas las localidades para que se sumen a esta iniciativa.

«Nos da igual el signo político, solo queremos la voluntad y la fuerza del pueblo extremeño para que, en solidaridad con los agricultores y ganaderos, pongan el lazo en sus ayuntamientos y sigamos reivindicando los precios justos para nuestro campo», explicó el líder de García Blanco.

Un kilo de tomates a 7,2 céntimos de euro
Una campaña de información al consumidor sobre lo que cuestan los productos y lo que recibe el agricultor será visible para toda la ciudadanía. Asimismo, se van a repartir lazos verdes en lugares emblemáticos de las principales ciudades extremeñas, como el céntrico Paseo de Cánovas en Cáceres. Para poner un ejemplo claro, García Blanco detalló que un agricultor recibe por un kilo de tomates 7,2 céntimos de euro, mientras que se vende por 1,60 euros. Con respecto al aceite de oliva virgen extra el agricultor se embolsa 1,65 euros el litro, cuando en el supermercado está a 3,50. Además, los ganaderos perciben 5,3 euros por la carne de vacuno y en el mercado se compra a 14 euros. Por último, hizo hincapié en que los agricultores obtienen unos beneficios propios del “siglo XIX”, pero la «culpa» de la situación «no la tienen los supermercados», sino los costes salariales y las tarifas energéticas, según García Blanco, por lo que pide al Gobierno que regule estas situaciones.
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