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Tres obras en Extremadura, nominadas al Premio de Arquitectura Mies van der Rohe

Acercarse al número 3 de la calle del Chorrillo en Garganta la Olla para observar la singular (y azulada) Casa de las Muñecas, que hacía las funciones de prostíbulo para la corte de Carlos V cuando este se alojó en el Monasterio de Yuste; ascender hasta Casares de las Hurdes, el pueblo más alto de la comarca, para descubrir una joya de la arquitectura tradicional hurdana: el Campanario de Casares de las Hurdes.

Extremadura alberga un buen puñado de ejemplos de la arquitectura popular que merecen la pena contemplar con tus propios ojos. De hecho, en la actualidad, la arquitectura tradicional se ha convertido en un recurso importante para el desarrollo del turismo rural y cultural en Extremadura.

La belleza de la arquitectura tradicional extremeña vende bien el paisaje regional, pero la armonía del paisaje urbano también es un aliciente para pasear, por ejemplo, por el casco histórico de Cáceres y que el diseño de un edificio moderno como el de Atrio se mimetice con la plaza de San Mateo.

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420 obras nominadas

Atrio, Relais Châteaux en Cáceres, el Castillo de la Luz en Cilleros y el Museo de Bellas Artes de Badajoz son las tres obras en Extremadura nominadas al Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea-Premio Mies van der Rohe 2015.

En total han sido 420 las obras nominadas a este galardón, de las que  35 están en España y tres de ellas en Extremadura. Además, siete obras han sido construidas fuera de España por estudios de arquitectura españoles.

La región alberga muchos ejemplos de arquitectura popular que merece la pena viistar

El 27% de las propuestas recibidas están relacionadas con la Vivienda y el 24% con Equipamientos Culturales. El 11% de los programas son de Educación, el 5% son Oficinas y, el restante, el 33% incluye sobre todo Deporte, Comercio, Edificios Gubernamentales, Transporte y Proyectos Urbanos.

Iniciado en 1987 por el Ayuntamiento de Barcelona y la Comisión Europea, el premio de 60.000 euros es el más importante de la arquitectura Europea y se concede bianualmente a obras acabadas en los dos años previos a su entrega.

Los principales objetivos del premio son reconocer y remarcar la «excelencia» en el campo de la arquitectura y dar a conocer la «importante contribución» de los profesionales Europeos en el desarrollo de nuevas ideas e investigación tecnológica, además de los clientes que permiten que estas obras sean posibles.

Expertos independientes internacionales y las asociaciones del Architects’ Council of Europe, Colegios nacionales de Arquitectos y el Comité Asesor del Premio han sido los encargados de nominar las 420 obras.

Eduardo Villanueva /

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