Con ánimo de discrepar /
VÍCTOR CASCO 

Edhasa publicó hace tiempo un gran libro: “Sed realistas, pedid lo imposible“. Se recogían en el mismo las pintadas, eslóganes y carteles del mayo francés, es decir, de la Revolución del 68.

Dice Manuel Serrat, que prologa el libro, que sólo las revoluciones que fracasan son efectivas.

Me gustaría poder pensar lo mismo, pero en todo caso, mayo del 68 significó un antes y un después en la historia colectiva de occidente. Cierto que muchos de los que gritaban ”¡debajo de los adoquines está la playa!” terminaron por promover construcciones en plena línea costera, cierto, cierto… pero ¡qué fiesta aquella! Lástima no haberla vivido.

La Revolución no triunfó, fracasó, ¡pero qué poso dejó! Después de mayo del 68 nada fue igual.

He aquí unos eslóganes especialmente ingeniosos:

Amaos los unos sobre los otros

Inventad nuevas perversiones sexuales… ¡yo no puedo más!

¡Abajo lo sumario, viva lo efímero!

Gozad aquí y ahora

Corre, camarada, lo viejo está detrás de ti

La alienación termina donde la vuestra comienza

¡Non!

Si tenéis el corazón a la izquierda, no tengáis la cartera a la derecha

¡La chusma somos nosotros! /la pègre au pouvoir (la chusma al poder)

La verdad no se borra (ni la mentira, por lo demás)

El estado es cada uno de nosotros

Compra, calla y revienta

Quieren haceros creer / que el ser es el tener

Les frontieres on s´en fout! (¡nos importan un comino las fronteras!)

Mayo del 68. Hoy amanecen muchos mayos del 68. En cada esquina. En cada barrio. En cada plaza. El 22M vivimos el inicio de una nueva privada. Corred, amigos, lo viejo está detrás ¡es hora de dejarlo atrás!

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