¿Qué te inspira para componer esas incisivas viñetas que vemos cada semana en AVUELAPLUMA (AVP)?
Me inspira la música, el punk… La cultura ‘underground’ en general. Pero sobre todo soy observador. Estoy atento a todo lo que me rodea y hago anotaciones constantemente.

¿Cómo publicas tus cómics? Autoedición?
Sí. Es autoedición. El cómic es una pasión y la clave está en que es un proceso muy directo. Tú haces tus ilustraciones y tú lo editas; sin intermediarios, sin injerencias de ningún tipo. Publicas lo que tú quieres y lo único que tienes que calibrar es el número de copias que quieres lanzar, para que entre dentro de unas expectativas de venta razonables.

¿Y cómo lo distribuyes?
Pues me pongo en contacto con algún establecimiento [aquí, en Cáceres, los cómics de Massó se pueden encontrar en CabezaPájaro, en la plaza de la Concepción] o voy a ferias, donde acuden otros ilustradores y un público que busca algo en concreto (como es el caso de la feria El liceo mutante en Pontevedra o el GRAF de Madrid). Así que nuestro nicho de mercado está esencialmente ahí, donde vendemos toda nuestra mandanga… [Las obras de Massó también se pueden encontrar en Madrid y Barcelona. En la capital, basta con darse un paseo por La Latina y entrar en el amplio Café Molar. Libros, discos, tertulia y conciertos. Un auténtico ‘hype’ de la zona y de la escena cultural madrileña. Massó también está presente en Sándwich mixto, ubicada en un rincón del mercado de San Antón, ofrece repostería y libros autoeditados].

Aparte de la visibilidad que te puede aportar el semanario AVP, supongo que la red será fundamental…
Sin duda. Es muy importante tener presencia en las redes, para no perder ninguna oportunidad de distribuir tu trabajo.

En el ámbito regional, cómo ves el impulso institucional al cómic…
Bueno, existe una editorial regional donde a veces publican obras muy interesantes en este ámbito. Pero yo, ahora mismo, me siento más cómodo con la autoedición, sencillamente porque es un proyecto que tú realizas y del que sacas una serie de conclusiones cuando se expone al público. Te aporta mucho aprendizaje.

¿Qué técnica utiliza Roberto Massó?
Principalmente, dibujo. Soy bastante ecléctico. Cada proyecto intento que sea diferente, gracias a la libertad creativa. Si gusta, bien; y si no, pues tampoco hay ninguna presión al respecto.

Referencias…
Me gusta mucho fijarme en ilustradores que se dediquen también a la autoedición. En Valencia, la editorial Ediciones Valiente es un referente para mí. También me gustan muchos tipos de fanzines. Uno especial es ‘Firecream’ de un grupo de gallegos, que me interesa cómo ha evolucionado…

¿Se puede vivir del cómic?
Es el eterno debate. Es complicado, aunque hay autores que lo consiguen. Pero la mayoría viven de sus diseños, trabajando para empresas. No se puede uno obsesionar sólo con publicar cómics… Pero pasa igual con los músicos, los novelistas, etc. Algunos tendrán la suerte de vender miles de ejemplares y otros no. El arte, en general, es muy difícil. En cualquier caso, el sector del cómic no creo que esté más afectado que otros sectores culturales debido a la crisis. De hecho, creo que es un buen momento para el cómic, no hay más que ver los trabajos que surgen, que son muy personales, muy de autor, y cómo se ha puesto de moda la novela gráfica.

Eduardo Villanueva / 

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