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Si te viera Schopenhauer /
SERGIO MARTÍNEZ

La verdad es que comprender los criterios que tiene la administración pública, en este caso la municipal, para apoyar, mimar y hasta apadrinar antes otras instancias  algunos eventos culturales es tan parcial que me preocupa y mucho. Es tanto el interés porque triunfen unas ideas y no otras, dependiendo quién sea quien las promueve, que no se dan cuenta que están incurriendo en una falta total de lealtad con la ciudad, los ciudadanos y los votantes que le encargaron la responsabilidad de gobernar.

A mí me enseñaron en el colegio y me educaron en mi casa que hacer las cosas mal no se premia, sino todo lo contrario. Vamos, que si en un examen de matemáticas tenías todos los ejercicios equivocados no llegaba el profesor y te ponía una matrícula de honor, sino que me cascaba un cero como un sol de grande. Pero bueno, se ve que en Cáceres, dependiendo quién seas, se te pasan por alto tus errores y se te gratifica cuantiosamente.

El año pasado el Festival Europa Sur cometió varios de los errores más graves que puede cometer un festival de música. Primero, mentir, anunciado durante meses que había vendido más entradas que nunca. Segundo, tragarse esa mentira, y tener que eliminar dos grupos del cartel unos días antes porque no cuadraban las cuentas por no haber vendido las entradas que se habían pregonado. Tercero, volver a mentir diciendo a la prensa que más de 4 mil personas habían pasado por el festival.

A mí me enseñaron en el colegio y me educaron en mi casa que hacer las cosas mal no se premia, sino todo lo contrario

Puedo entender como empresario que decidas retirar dos bandas del cartel para no darte un varapalo económico. Como organizador de eventos he pasado por esa misma situación y es jodida, aún así, nunca he tomado la decisión a pesar de perder bastante dinero. Respeto por el público, estupidez… valoren ustedes mismos.

Lo que no puedo entender es la necesidad de mentir. El pasado sábado durante el Mayorga Rockfest una periodista me preguntó cuánto público había asistido al festival, le contesté que unas 800 personas, y ella sonriente me dijo: “bueno, pues decimos mil para redondear”, a lo que le respondí que no. No entiendo esa necesidad de mentir y engordar las cifras. No la comparto.

Como público, que te vendan un cartel hasta el final y luego quiten dos de los principales reclamos del mismo es un detalle muy feo. Un detalle que marca el prestigio del Festival para mucho tiempo. Dudo que el festival, y menos con el giro artístico que ha dado, sea atractivo más allá de Navalmoral, porque con esos precedentes, quién se arriesga a comprar una entrada.

Pues bien, ahora resulta que a pesar de todo esto, llega el Gobierno de Extremadura y, por insistencia del Ayuntamiento de Cáceres, se premia a Europa Sur con 35 mil euros, que sepamos, de ayudas públicas. Agárrate los machos. Pues no sé qué les parece, pero a mí lo que me sugiere es que desde las instituciones públicas se está invitando a que hagamos mal las cosas. Bendita región. Bendita ciudad. Creo que en Semana Santa no se reza lo suficiente.

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