Reflexiones de un tenor
Alonso Torres

En la mañana en la que escribo el artículo avuelaplumero me he levantado con ganas de escuchar diferentes versiones del son huasteco creado por Elpidio Ramírez y Pedro Galindo Galarza, Malagueña Salerosa, y es que estuve el otro día en un bar heavy (¡malditos hippies!), “El Nuevo Rialto”, y después de tomar la bebida blanca más fuerte del local, y unas cervezas para atemperarla, me dijeron, “tienes que escuchar esta versionaka… ¡qué pedazo de doble bombo… qué bueno es el bataka!”; jeje, ahora lo que suena en mi casa a través de youtube es José José (yo puse, lo juro, a los Avenged Sevenfold, y sin embargo el canal ha ido saltando de canción en canción hasta llevarme a José José) y su versión de “El triste”, ¡brutal! Y de leer el Bushido (el que compendió desde sus diferentes fuentes -Confucionismo, Budismo, Zen y Sintoísmo- Inazô Nitobe), eso, que me he levantado con ganas de Malagueñas Salerosas y de leer el código ético-moral-espiritual del samurai (lo tradujo del francés Millán-Astray, el que dijo aquello de “¡viva la muerte!” delante del pobre Unamuno; puta España, tierra de gigantes y de cainitas por igual). Bushido quiere decir en japonés “el camino del guerrero”, y en esta mañana mientras escribo (y el mexicano sigue interpretando canción tras canción, ahora, “Querer y Amar”, que por cierto, se la podría dedicar sin miedo a equivocarme a la Bruja.Pájaro y que ella la hiciera universal) leo, a trozos y a cachitos, esto, <<Hago que la Tierra y el Cielo sea mi familia. Hago que mi cuerpo sea mi hogar. Hago de la honestidad mi poder. Hago de mi personalidad mi magia. Hago del estoicismo mi cuerpo. Hago del relámpago mis ojos. Hago de mi sensibilidad mis oídos. Hago de la rapidez mis extremidades. Hago de las leyes correctas mis milagros. Hago del vacío y la plenitud mis tácticas. Hago de la benevolencia mi armadura. Hago de mi mente mi castillo. Hago de mi alma mi espada>>, ¡joder, el Bushido es un maldito poema! ¿Y por qué esta música y esta obra literaria? Porque más que dual uno es poligonal, y digamos que me encuentro esta mañana (geográfica y mentalmente) entre Japón y México, y quiero ser la espada y la canción…

Artículo anteriorTres por uno
Artículo siguienteAdiós

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí