En el corazón del Norte de Extremadura, rodeada de valles y montañas, bañada por el caudaloso rio Jerte, amanece Plasencia, ciudad que nació para “agradar a Dios y los hombres”. Capital del norte extremeño, en el corazón de la Ruta de la Plata, es encrucijada de caminos que despiertan en una de las ciudades más monumentales de la región y, también, una ciudad donde hoy se funden historia y modernidad.

Sus catedrales, sus casas señoriales y sus angostas calles lucen de manera especial durante la Semana Santa, cuando tallas de gran valor artístico procesionan por su casco antiguo del domingo de Ramos al de Resurrección, fechas en las que el florecer de la primavera tiñe de intensos colores el abundante entorno natural de la ciudad.

El nuevo Palacio de Congresos, diseñado por los arquitectos José Selgas Rubio y Lucía Cano, es un ‘barco’ de más de 1.000 metros cuadrados

Sus martes de mercado reviven cada semana llevando a la plaza Mayor los mejores productos de las huertas y fértiles valles que la circundan, y cada primer martes de agosto se viste de gala en una Fiesta de Interés Turístico Regional, donde el patrimonio etnomusical se funde con el olor y los sabores de las frutas y verduras de verano y el buen hacer de los artesanos.

Perfecta unión

En este privilegiado enclave, de puertas abiertas, reflejo del sentir de sus gentes, siempre amables y acogedoras, también lugar de encuentros con un ambiente ideal para disfrutar con los amigos, se dan la mano historia y modernidad.

Su Plaza Mayor y alrededores ofrecen multitud de lugares donde degustar sus tradicionales tapas, desde las de la cocina más tradicional a las de las últimas vanguardias culinarias; y a su monumental Teatro Alkázar, con más de noventa años cumplidos, e históricos auditorios de Santa Ana y Santa María, se une su gran Palacio de Congresos, centro de la arquitectura de vanguardia.

Y es que en Plasencia siempre puedes esperar más. Su monumental Palacio de Congresos, un ‘barco’ de más de 11.000 metros cuadrados diseñado por los arquitectos José Selgas Rubio y Lucía Cano, es un mirador abierto a un futuro esperanzador, un vanguardista centro que multiplica las posibilidades del turismo de negocio en la ciudad.

Lo que se suma a esa Plasencia ciudad de servicios, con lugares de ensueño para celebrar reuniones, conferencias, exposiciones…, como los ya citados Teatro Alkázar, que sigue siendo un espectacular enclave con más de 700 plazas, y los auditorios de Santa Ana y Santa María, y la sala multiusos del Verdugo para encuentros más pequeños.

Todo ello hace de Plasencia, lugar de encuentros, una gran ciudad de congresos.

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