MARIANO RAJOY FOTO DANI GAGO

Con ánimo de discrepar

Víctor Casco 

Es un error usual creer que el Partido Popular tiene una ideología nacionalista extremista o un concepto del patriotismo sectario y excluyente. El Partido Popular ni cree en naciones ni tiene patria. En general, la derecha solo tiene una patria: sus propios intereses.

Partitotismo, he aquí lo que define por antonomasia los principios ideológicos del, por el momento, principal partido de la derecha española. Su reciente expulsión del gobierno ha puesto en primer plano esa concepción: despojados del poder, ya nada importa. Ni el futuro de las instituciones, ni su credibilidad o su fortaleza. ¿La Constitución? Bah! ¿Responsabilidad? Bah! ¿Estar a la altura? Bah.

El actual gobierno de Pedro Sánchez nace de la muy constitucional “moción de censura” que está prevista en toda Carta Magna de una Democracia Representativa. Calificarlo de ilegítimo es, sencillamente, irresponsable. Más aún: ningún ciudadano ha votado a gobierno alguno en este país, en ninguna etapa histórica, salvo que ese ciudadano sea un Diputado del Congreso. Porque, amigos lectores, en las democracias parlamentaristas, el Presidente del Ejecutivo es elegido por los diputados, y son a éstos a quienes nosotros sí podemos votar. Elegimos diputados, senadores y concejales. Exclusivamente. Ni Presidentes, ni Alcaldes.

El Partido Popular, superado el shock de la pérdida del muy conveniente DOE o los Presupuestos Generales, sobre todo cuando se aproxima el “año electoral” por antonomasia, va a traspasar todas las líneas rojas con tal de obtener el poder. Porque, amigos lectores, la única patria de un señor de derechas (o de un capitalista) es su cuenta corriente.

¿Y sobre el gobierno de Pedro Sánchez? De eso, amigo lector, hablaremos la próxima semana.

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