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Dudas de papel /
Goyo Tovar

Lo de Turquía viene de atrás, vamos que trae cola. Y lo del Mediterráneo, tenemos la obligación de recordar que es un continuo nido de cuco de los países ribereños: en unas épocas son los sureños los que envidian a los del norte, en otros tiempos los orientales desbancan a los de occidente, luego se quiebran los órdenes y suele ocurrir frecuentemente que los ricos son los que ponen los huevos para que los pobres engorden.

No hay en el mundo un mar tan bien rodeado de gente tan mal avenida, un charco tan insólito de historias y una bañera tan habituada a servir de tumba de creyentes fieles a los tres monoteísmos nacidos en sus orillas. Y mira que los tres -cristianos, judíos y musulmanes- son más que primos hermanos, pero se comportan como alejados cuñados; the three hatefull, que diría Tarantino.

Ya conocemos que la guerra persiste de modo especialmente enconado en Siria provocando exilio forzado de cientos de miles de familias ya rotas y de personas ya sin familia. Naturalmente, huyen hacia la zona que entienden más próxima y segura, aunque para ello arriesguen su vida cruzando mar inseguro. Quieren refugiare en la Europa Unida y la Europa unida le ha dicho que nones, que deben retornar, y ahora le ponen de policía a la gendarmería turca, con dinero de los europeos unidos. La vergüenza ideológica nace al constatar que cuando el gobierno turco airea una democracia más raquítica es cuando los supuestos demócratas europeos unidos le están facilitando una futura integración

Otra gente ajena a la gobernanza europea afirma que la decisión de devolver los balseros a Turquía es ilegal, contraria a las normas de acogida y protección que tanto se airearon a finales de siglo pasado y que se presentaban como ejemplo a seguir y que tenían el amparo de la ONU. No existe ahora piedad con las personas que huyen de la guerra, ni acogida humanitaria, y lo que es más peligroso: se ha perdido el concepto y sustrato de la solidaridad como componente íntimo de la Justicia y se quiere -malamente- sustituirlo por el voluntarismo caritativo. Conviene repetir que la caridad no es Justicia, y para que ésta exista se requiere que la solidaridad se ejecute de forma obligada.

Todo esto me empuja a la futura duda de si se están preparando las cosas para que lo del mar parezca un accidente.

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