Con ánimo de discrepar /
Víctor Casco
¿Cuáles son las raíces europeas? Tras el reciente atentado del DAESH en París se ha abierto este debate, ante la incomprensión que nos produce que un ser humano esté dispuesto a matar – e incluso a matarse – simplemente porque otro ser humano no comparte su deidad y sus creencias.
Afirmamos nuestros valores democráticos y nuestra apuesta por los derechos humanos, y, efectivamente, forman parte de nuestras raíces culturales… pero hace 200 años nosotros también estábamos dispuestos a asesinar a quienes no profesaban nuestras creencias mayoritarias y, en España, el último ajusticiado por la Inquisición lo fue en el siglo XIX bajo el reinado de Fernando VII: su delito, declararse deísta.
He escuchado a Xabier Albiol decir que el problema es el multiculturalismo. El quisiera una Europa de heteros blancos, católicos y votantes del PP. He leído a Hollande poner el acento en la seguridad incluso a costa de la libertad.
Cualquiera de estas dos visiones: la Europa cristiana o la Europa fortaleza sin libertad supone, no tengan ninguna duda, el triunfo de los terroristas y fanáticos: ellos nos quieren así: intolerantes y llenos de miedo.
El día que el terror al otro se apodere de cada uno de nosotros habremos perdido la batalla
Las raíces de Europa, nuestros valores, lo mejor que hemos legado a la Humanidad se encuentra en Voltaire, en Diderot, en Holbach, en la Declaración de Derechos del Hombre de la Revolución Francesa, en el Movimiento Obrero y el Movimiento Feminista, en el Librepensamiento, en la Filosofía y la Razón frente al Dogma, en la apuesta por la ciencia, en el Humanismo, en la triple Divisa de Libertad, Fraternidad e Igualdad, en las ansías de ser libres, libres ante todo, en los Ateneos, en la paz…
Todo eso debería ser Europa. Eso hemos sido nosotros. El día que lo olvidemos y el terror al otro se apodere de cada uno de nosotros habremos perdido la batalla.
