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Dudas de papel /
Goyo Tovar

No acabo de creer que en este país nuestro exista un juez que haya firmado sentencia desposeyendo de herencia y bienes recibidos a un hijo, por no atender a sus ancianos padres en los tiempos en que los hijos sanos deben cuidar de los padres otoñales. De esto saben mucho más las mujeres, las hijas; que de ordinaria cultura, parecen las únicas obligadas a responder con cariño y cuidados a los padres -hayan recibido en vida o esperen recibir más tarde sus tesoros-.

«No acabar de creer” no es lo mismo que dudar; lo primero es primario, lo segundo es secundario. Es decir, con la duda por delante nadie debe sentirse ofendido, muy a pesar de que los agoreros del pensamiento grabaron sobre piedra el contestado lema “la duda ofende”.

Muchos de los escritos que aguanta el papel me empujan a la duda; uno de ellos afirma que muchos más jóvenes extremeños ingresan y engrosan el almacén de los “ninis”. Los ninis conforman nuevo grupo juvenil dedicado a no estudiar ni tampoco a trabajar: No porque ellos hayan nacido así, quizá porque les hemos ayudado a comportarse al aire de tan conocidos valores. Antes eran muchos, hoy han crecido más de un 10%, sobre todo porque aumenta el grupo de jóvenes que buscan trabajo y no lo encuentran.

Tengo la certeza de que uno de los efectos colaterales de la burbuja urbanística supuso la huida de muchos jóvenes hacia los campos fáciles del peonaje con el consiguiente abandono de los estudios, lo que desemboca en el desprestigio del estudio y del peón.

Para desgracia cierta, sigue siendo oscuro el éxito profesional de aquella juventud que permaneció fiel al estudio, confiada en que sus diseñadas carreras desembocarían en profesionales de prestigio social. Entre todos hemos compuesto el desaguisado y nuestra sociedad crece en número de miembros que, con más ahínco, creen y evangelizan a las nuevas generaciones de que ya no es inversión segura el estudiar, ni es seguro el trabajar.

Bien que busco posarme sobre certezas. Vuelvo a leer que han aparecido grietas en una de las tiendas cercanas a las obras del aparcamiento que se está construyendo en el centro de Cáceres. La empresa constructora interpreta que las grietas se deben a una tubería; semejante aclaración me enturbia y ya no sé si necesito descansar o es que estudio demasiado.

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