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Si te viera Schopenhauer /
SERGIO MARTÍNEZ

Vivir a 40 grados a la sombra es uno de los retos más difíciles que tiene que soportar un ciudadano de Cáceres durante el año. Normalmente estas temperaturas que estamos teniendo últimamente no son lo habitual durante tanto tiempo seguido, pero este años vamos empalmando ola de calor con ola de calor. Y eso, hace mella en el ánimo, el físico y las ojeras. A no ser que te guste dormir con el aire acondicionado puesto o vivas en una bodega zamorana a veinticinco metros bajo tierra.

Y a que viene todo esto dirán.-Si encima de que hace calor nos recuerdas lo mal que lo pasamos te podrías haber ahorrado esta columna- podrían espetarme. Pues viene más que nada, que aunque me considero un tío simpático este calor me tiene frito. Y no crean, que hago cosas, que no me aburro pero es que cada día que el termómetro sube de los cuarenta, mi hombros sienten encima el peso de unos tres kilos de cemento que me hacen andar por las calles de esta ciudad como alma en pena. Además, si a esto le sumas que cada vez hay menos sombra para refugiarse pues la sensación de calor es peor.

Creo que el ayuntamiento debería escuchar más estos colectivos ya que una ciudad verde es una ciudad más humana

Y en esto me gustaría detenerme. La verdad es que me parece curioso que haya surgido un movimiento en defensa de los árboles de Cáceres. No me entiendan mal, soy un acérrimo defensor de los espacios peatonales en las ciudades y de los espacios verdes ya que considero que las ciudades deben estar hechas para y por el ciudadano y no para los coches. Pero me sorprende el nacimiento del movimiento Cáceres Verde porque yo no tenía esa percepción de pérdida de espacios arbóreos en Cáceres.

Y la verdad es que cuando te pones a investigar y ver los casos que se denuncian, te das cuenta que en muchos de ellos, tienen razón. Creo que el ayuntamiento debería escuchar más estos colectivos ya que una ciudad verde es una ciudad más humana, más sostenible, y si me apuran, incluso, más feliz.

Así que mi enhorabuena a esas personas, a esos ciudadanos y ciudadanas por unirse para defender un elemento tan esencial como la naturaleza dentro de una ciudad. Sigan defendiendo sus ideas porque una ciudadanía activa mejora a sus políticos y su ciudad.

Y yo para mejorar mi estado de cansancio solar seguiré trabajando hasta que lleguen las vacaciones y pueda oler a casa, a playa, a amigos, a fresquito y a descanso.

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