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Con ánimo de discrepar /
VÍCTOR CASCO

Alguien ha comparado a Mariano Rajoy con Míster Chance, el genial personaje construido por Peter Sellers, un jardinero analfabeto que solo ha visto televisión en su vida y sin salir del jardín de su señor. Pero al morir éste, su señor, se encuentra en la calle, solo y abandonado, hasta que es recogido por una mujer rica que se convence – o se autoengaña – de la sabiduría de Mr. Chance. Mr. Chance habla poco, hace menos y suelta frases tópicas sacadas de los programas de televisión pero todos creen que están ante un genio de la política.

Algo parecido le pasa a Rajoy: su vida anterior solo consistió en esperar a que muriese (políticamente) su señor y tras sucederle lo único que ha hecho en política es estar callado, no hacer nada y salir de vez en cuanto en televisión para realizar discursos insustanciales, manidos e insustanciales pero los suyos lo tienen por un genio.

Lo suyo es ver deporte y fumar puros, ni que se le hubiera elegido para gobernar, y menos aún para trabajar

Pero el Míster Chance de Peter Sellers es una comedia y el Gobierno de Míster Rajoy está resultando una tragedia. Especialmente en el conflicto con Cataluña.

Ahí tienen ustedes en Cataluña a una mayoría social independentista creciente y la única solución en la que confía Rajoy es en cruzarse de brazos y esperar a que el Tribunal Constitucional, presidido por un ex militante del PP, le solucione la papeleta. Lo suyo es ver deporte y fumar puros, ni que se le hubiera elegido para gobernar, y menos aún para trabajar.

Por cierto ¡menuda celeridad la del Tribunal! Ya quisieran otras normas que están esperando sentencia esa celeridad (entre otras las leyes que arrebataron el derecho a la sanidad a los inmigrantes, vulnerando así los Derechos Humanos, o las reformas laborales que han quitado derechos a los trabajadores… Pero claro, nosotros tenemos una justicia «independiente» cuyos jueces del constitucional son elegidos por el PP y el PSOE)

Rajoy espera y, claro, al final lo de Cataluña se resolverá de la peor manera posible: para los catalanes y para el resto de los españoles. Ahí tienen ustedes el ejemplo inglés, con un gobierno conservador que quiso arriesgar, permitió una consulta y la ganó con razones y argumentos en favor de la unidad. Claro que si Cameron hubiera sido Rajoy los independentistas hubieran arrasado en Escocia. Rajoy, Míster Rajoy, un señor de Galicia que dicen que es el Presidente del Gobierno de España. De risa… Y lloros.

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