Cánovers /
Conrado Gómez

Junto a la incógnita del poder interno que acumulará la actual Secretaria General del PP, Secretaria Regional del PP de Castilla La Mancha y Ministra de Defensa, Dolores Cospedal (una y trina), el otro gran debate que viven los conservadores españoles es si el ave que aparece en su logotipo es un charrán o una gaviota. En un país en crisis permanente, donde las pensiones se estancan mientras se encarece de manera imparable el nivel de vida, mientras asistimos a una subida del precio de la luz al tiempo que el gobierno anuncia que no piensa regular el mercado para impedirlo, con miles de jóvenes buscando su fortuna allende las fronteras y nada más que precariedad laboral como horizonte para quienes se resignan a quedarse, en un país con semejantes perspectivas, que el Partido Popular celebre su Congreso sin tensiones es una buena noticia para ellos y una terrible perspectiva para todos los demás: la oposición, la gente humilde, los que no gozamos de privilegios económicos ni cuentas en Suiza.

Contrasta la placidez de los populares con las tensiones que se viven en el Partido Socialista (desgarrado entre los intereses de la militancia y los de sus dirigentes) y, especialmente, en Podemos. Triste espectáculo el que ha protagonizado una fuerza política que ha logrado el hito histórico de romper el sistema dinástico de partidos en solo dos años, logrando nada menos que 5 millones de votos y 69 diputados. Y aunque se explicitan disensos programáticos entre las facciones en combate, las lógicas de las luchas de poder y una operación interna para deshacerse de su Secretario General, incómodo para un sector que quiere hacer de Podemos un partido sin más estrategia que los significantes vacíos, ni se pueden descartar ni vamos a cometer la ingenuidad de negarlo: hay voluntad de poder y ambiciones que ya no quieren permanecer en un segundo plano.

Mientras escribo estas líneas aún no se ha celebrado Vistalegre II, por lo que ustedes estarán leyendo esta columnas sabiendo ya si Pablo Iglesias continúa como Secretario General o la operación jaque pastor orquestada por su número 2 (¿no hubo ningún adivino que advirtiese a césar que se guardase de los idus de febrero?) ha culminado con éxito. Sea cual sea el resultado, esperemos que en Podemos logren cerrar una etapa vergonzante, la de éstas últimas semanas, porque está en juego ser capaces de demostrar que hay una alternativa creíble al bipartidismo.

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