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La tasa de exclusión juvenil alcanza el 50% en Extremadura.

Llegar a la edad adulta y formar hogares en mitad de la crisis más dura desde la Guerra Civil tiene su mérito. Pero en Extremadura, aun más.

El mantra de la generación-más-preparada-de-la-historia se dio de bruces (antes de la crisis) con el término que acuñó Carolina Alguacil, en una carta al director de EL PAÍS el 21 de agosto de 2005: el ‘mileurista’.

En ella, Alguacil describe al ‘mileurista’ como aquel joven, de 25 a 34 años, licenciado, bien preparado, que habla idiomas, tiene posgrados, másteres y cursillos. Normalmente iniciado en la hostelería, ha pasado grandes temporadas en trabajos no remunerados, llamados eufemísticamente becarios (…) Al cabo de dos renovaciones de contrato, le han hecho fijo (…). Lleva entonces tres o cuatro años en el circuito laboral, con suerte la mitad cotizados. Y puede considerarse ya un especialista, un ejecutivo; lo malo es que no gana más de mil euros, sin pagas extras, y mejor no te quejes.

Con aquella carta Alguacil bautizó al fenómeno económico de la España del boom inmobiliario (aquella que jugaba en la Champions, según ZP). Lo que nadie podía intuir es que años después ser ‘mileurista’ se consideraría ser todo un afortunado.

Según el Consejo de la Juventud la pobreza afecta a dos de cada tres parados y al 38% de empleados menores de 30 años

Pero después de una época en la que el ‘milagro español’ se quedó en bajar el poder adquisitivo de sus habitantes en plena época de bonanza llegó otra en la que se han evaporado 3,7 millones de puestos de trabajo durante la gestión de PSOE y PP .

En Extremadura el sueldo medio anual de los jóvenes extremeños es de 10.131 euros, es decir, no se alcanza ni de lejos el concepto de mileurista, y el sueldo medio de la mujer es menor, en torno a 9.820 euros.

Con estos mimbres, Extremadura se convierte en la segunda región con la emancipación de jóvenes más baja del país. Una región de la que cada año salen más jóvenes de los que vienen, por lo que —oficialmente— la región pierde más de 2.000 jóvenes al año.

Una realidad que se hace aun más cruda con los datos arrojados por el Consejo de la Juventud sobre la pobreza y la exclusión juvenil en esta tierra.

Exclusión y pobreza

El Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEx) ha alertado de que los últimos datos del Observatorio de Emancipación Joven indican que la tasa de pobreza o exclusión juvenil extremeña alcanza el 50%, la «segunda más alta» de toda España.

Esta situación de «vulnerabilidad social» afecta a dos de cada tres parados y al 38 por ciento de empleados menores de 30 años.

En este sentido, el número de personas jóvenes extremeñas en riesgo de pobreza o exclusión social ha crecido un 10% en menos de un año, pasando del 40% al 50%, como muestran los últimos datos publicados por el Observatorio de Emancipación Juvenil (Objovem) del Consejo de la Juventud de Extremadura.

El número de personas jóvenes extremeñas en riesgo de pobreza o exclusión social ha crecido un 10% en menos de un año

Esto quiere decir, según el indicador de Arope aprobado por el Consejo Europeo en 2010, que uno de cada dos jóvenes de Extremadura ingresa menos del 60% o de la renta media, y/o reside en hogares con carencia material severa y/o en los que ninguno de sus miembros tienen un empleo o trabaja el tiempo suficiente.

Se trata de 87.500 extremeños de entre 16 y 29 años que ni con ayudas sociales llegan a los 650 euros mensuales. O que incluso viven cuatro de las siguientes situaciones: acumulan retrasos en los pagos de la vivienda, no consiguen mantener la temperatura adecuada del hogar los meses más fríos, no pueden enfrentar gastos imprevistos como una reparación del coche o del frigorífico, no hacen una comida de proteínas (carne o pescado) cada dos días, no pasan al menos una semana de vacaciones fuera de casa, ni poseen un coche o aparatos como una lavadora, una televisión a color y/o un teléfono móvil.

Otra de sus circunstancias posibles o añadidas consiste en que no trabajan o forman parte de familias con hijos menores en las que la pareja no acumula 5 meses trabajados entre los dos, o en el caso de ser monoparentales, el progenitor no llega a las 10 semanas de empleo en un año.

Con y sin empleo

Añade al respecto que esta situación afecta a jóvenes con y sin empleo. En concreto, a dos de cada tres parados menores de 25 en de la región y al 38% de la población joven empleada de menos de 30 años de edad.

En este último caso se aprecia, además, un incremento del 13% con respecto a los anteriores datos registrados. De nuevo esto confirma la precariedad de los contratos, que «ya no» suponen una garantía para escapar la alarmante vulnerabilidad juvenil.

Como «síntoma», según el CJEx, crece a su vez la desigualdad social de la juventud, propiciada por la bajada de ingresos medios y la consecuente rebaja del umbral de la pobreza.

Erradicar esta situación, según el presidente del CJEx, Enrique Hernández, es una «decisión política» porque «el problema no está en la falta de dinero sino en su distribución: la región no dedica ni el 1% de sus presupuestos a juventud (cantidad recomendada por el Senado en Juventud 2020)».

El dato
Hay un total de 87.500 extremeños de entre 16 y 29 años que ni con ayudas sociales llegan a los 650 euros mensuales.
Los números del Observatorio de Emancipación

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El 30% de la población joven de Extremadura está ocupada laboralmente pero con un 60% de contratos temporales y los sueldos bajos de España, por lo que tiene «la peor capacidad adquisitiva del país», en palabras del presidente del Consejo de la Juventud de Extremadura (CJEx), Enrique Hernández.

Asimismo, el 43% de la población joven está inactiva, en la mayoría de los casos por estudios, y de la población ocupada, un 10% está en situación de subocupación, es decir, «trabajar menos de lo necesario para tener unos ingresos que den para vivir», lo que afecta a un total de 16.000 jóvenes en Extremadura.

Aún así, como dato «positivo», el paro de larga duración en Extremadura en la población joven ha disminuido, ya que ahora hay unas 20.000 personas que llevan «más de un año buscando trabajo», frente a los 30.000 del año 2012.

Son estadísticas que arroja el Observatorio de Emancipación, que edita el Consejo de la Juventud de España, con los datos de los consejos autonómicos que existen en el país.

Además, el 40% de jóvenes menores de 30 años están, según el indicador Arope sobre exclusión social, en privación material severa, lo que supone una cifra de más de 70.000 jóvenes en la región, un dato «espeluznante», afirma Hernández.

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