El Ayuntamiento prepara ya el pliego de condiciones que incluirá la nueva limitación de aparcamientos para sacar a concurso su concesión.
Las plazas de aparcamiento restringido en la ciudad podrían verse incrementadas, así como también ampliadas las zonas afectadas por este tipo de estacionamientos. Así lo tiene previsto el ayuntamiento, que está preparando ya un nuevo pliego de condiciones administrativas para sacar a concurso la concesión de la zona azul -la anterior caducó a finales de septiembre-, en el que se contempla su incremento de plazas, así como la posible creación de zonas amarilla y naranja en diferentes espacios del casco histórico e intramuros.
Para la nueva concesión de la zona azul se contempla, en concreto, ampliar las calles del centro de la ciudad con estos aparcamientos restringidos, con lo que el número de plazas de zona azul pasaría de las 850 actuales a 2.500; así como que su perímetro abarcará un anillo -desde la avenida Hernán Cortés hasta la plaza de América, Antonio Hurtado, Reyes Huertas, plaza de Colón, Camino Llano y hasta las puertas del centro histórico- dentro del cual todas las calles tendrán el aparcamiento limitado y no como ocurre ahora, que en una misma zona unas calles son de zona azul y otras no.
Además, el nuevo contrato, que tiene un valor de 11 millones de euros para 10 años, prevé también una zona naranja, ubicada en el recinto intramuros, con unas 152 plazas en las que solo podrán aparcar residentes; y una zona amarilla, que se ubicará en el ensanche del casco histórico, por donde se podrá circular libremente pero solo podrán aparcar los residentes y vehículos autorizados ocasionalmente.
Por lo demás, en el nuevo contrato se mantendrá el horario (de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00) y el precio (0.50 euros la hora), mientras que la tarifa para residentes, que es actualmente de 6 euros al mes, bajaría hasta los 5 euros.
Conseguir más rotación
El objetivo de estos cambios en el contrato de concesión de la zona azul es «reducir el tráfico en el centro de la ciudad y aminorar los tiempos de búsqueda de aparcamiento», además de “evitar la saturación de coches en determinadas vías buscando un sitio para estacionar que no sea zona azul”, explicaba en rueda de prensa el portavoz del equipo de Gobierno y concejal de Policía Local y Movilidad Urbana, Rafael Mateos. En definitiva, “se pretende conseguir más rotación” en las plazas de aparcamientos y “priorizar el transporte colectivo y otros medios no motorizados” como la bicicleta, tal y como aconseja el Plan Integral de Movilidad Urbana Sostenible, “que todavía es más restrictivo», matizaba Mateos.
La renovación del servicio incluirá también el cambio de todos los parquímetros para adaptarlos a las nuevas tecnologías, con posibilidad de pagar desde el teléfono móvil y otros servicios, y se seguirá compatibilizando la zona azul con la carga y descarga, por lo que habrá zonas mixtas de estacionamiento.
