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Medio centenar de personas se vestirán de ‘Carantoñas’ en la localidad cacereña de Acehúche para participar en esta fiesta declarada de Interés Turístico Regional desde 1987, que se celebra en honor a San Sebastián, y que ahora lucha por conseguir la declaración de Interés Nacional.

“Centraremos nuestros esfuerzos este año en conseguir esta declaración”, señala la alcaldesa de Acehúche, Obdulia Bueso.

El festejo se desarrolla durante varios días, aunque la jornada grande será el 20 de enero. Ese día, aproximadamente a las 06.00 horas el tamborilero recorrerá las calles del pueblo despertando a las Carantoñas, que harán lo propio con el resto de vecinos, para después tomar las típicas migas preparadas por los mayordomos.

Una vez que han desayunado, las Carantoñas procederán a vestirse, ayudados por su familiares o amigos. El traje que llevan está compuesto con pieles de cabra, oveja, etc. Además, puede ser adornado con pimientos secos e incluso cuernos. Una vestimenta que puede alcanzar los 14 kilos y que representa a las fieras que en vez de atacar a San Sebastián, lo defendieron.

Junto a las Carantoñas otros personajes dan color a la fiesta: los “tiraores”, jóvenes del pueblo que armados con escopetas de cartuchos esperan al santo a la salida de la iglesia; las “regaoras” o “patanas”, mozas de pueblo ataviadas con el traje típico del lugar llamado “bayeta”, que escoltan la imagen del santo en la procesión.

También destaca la figura del “tamborilero”, que recorre bares y calles del pueblo acompañado por los mayordomos y sus familiares, representantes de la Cofradía de San Sebastián y un gran número de vecinos lanzando cohetes y petardos.

Las Carantoñas finalizan con la “vaca-tora”. Se trata de una de las Carantoñas que se coloca unas varas cubiertas por una manta, que dejan asomar unos largos cuernos de vaca. “Con un descomunal cencerro anuncia el final de la fiesta, asustando a las carantoñas y dispersándolas, entre jolgorios y carreras”, explica la regidora municipal.

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