La retina de los cacereños

El Gran Café acoge su primera exposición del año, la tercera de la temporada expositiva (de la mano de Alfonso Barriga) compuesta por una serie de paisajes urbanos propios de la capital cacereña. Se trata de una colección de 30 obras, de pequeño y mediano formato, en la que el artista busca mostrar distintos parajes de la ciudad desde perspectivas menos habituales, en los que la luz toma un carácter especial, mediante la representación de atardeceres, contraluces y días de lluvia.

Podemos encontrarnos desde estiradas panorámicas de los edificios, a curiosos enclaves naturales que rodean algunas de sus glorietas exteriores. Pinturas al óleo sobre lienzo o tabla, que ensalzan rincones emblemáticos de la ciudad, como el Parque del Príncipe y la calle San Pedro, así como otros lugares menos concurridos como el Portanchito y el Campamento Romano.

Una exposición que alude a la retina de los cacereños y presenta la ciudad de una forma diferente para quien no la conozca en profundidad.