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La bajada de precios provoca que las explotaciones garanticen su subsistencia solo a través de la PAC

La dehesa, un sistema de aprovechamiento sostenible y eficiente de los recursos naturales, se enfrenta a una serie de peligros que dificultan la continuidad de un ecosistema único en el mundo; un paradigma de la intensa intervención humana, que ha acabado generando áreas prácticamente exclusivas del sur de Europa. De hecho, la dehesa arbolada ha sido declarada por la FAO como “uno de los bienes más preciados de la humanidad”.

La Península Ibérica alberga hasta 4 millones de hectáreas y se convierte por derecho propio en la mayor depositaria de esta joya de la naturaleza; con Extremadura, Alentejo, Andalucía y Castilla como regiones estrella.

Un panorama deslumbrante que en Extremadura (así como en otras zonas) cada vez presenta más encinas y alcornoques secos. Arboleda enferma. Dehesas muertas. La seca y la silenciosa son dos enfermedades que recorren las áreas arboladas de la región, con demasiados ejemplares amarillos y troncos partidos.

Un SOS mudo que ha recogido la Federación Española de la Dehesa, que se ha creado hace apenas dos meses y donde se aglutinan colectivos, asociaciones de ganaderos, así como grupos de investigación y universidades de la región extremeña, Andalucía, Castilla La Mancha y Madrid.

Cáceres ha acogido la primera asamblea de la Federación Española de la Dehesa, donde han elegido a su presidenta, la extremeña Pía Sánchez, que pretende impulsar la ley marco de la dehesa para que se apruebe en lo que resta de legislatura o a principios de la próxima.

La seca y la silenciosa

Según Sánchez, la enfermedad de la seca «es uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos y debemos intentar duplicar esfuerzos para frenar o reducir esos daños». La seca es una enfermedad fúngica que afecta a encinas y alcornoques y que puede terminar por matar al árbol en muy pocas semanas o producir su seca y debilitamiento en un periodo prolongado de tiempo.

La seca y la silenciosa son las dos enfermedades que más afectan a encinas y alcornoques; la seca, provocada por un hongo, y la silenciosa, ocasionada por un escarabajo.

En zonas como Jerez de los Caballeros, Montánchez o Sierra de San Pedro, todas ellas áreas emblemáticas de la dehesa extremeña, es donde más se nota el avance de estas enfermedades, que se traducen en un alto porcentaje de nuestra dehesa envejecida.

Guerra de precios

Pero los factores ambientales no son los únicos que hacen peligrar este ecosistema en nuestra región.

Pía Sánchez también se refiere a la rentabilidad económica de este tipo de terrenos, como «otro factor de peligro externo», y ha señalado que los precios que se están pagando ahora mismo por piezas de cordero y ternero «son los mismos que hace 15 años», mientras que los costes se mantienen al alza. «Este hecho está provocando que la mayor parte de las explotaciones subsistan gracias a las ayudas de la política comunitaria. Es decir, gracias a la Política Agraria Comunitaria (PAC), uno de los puntos más polémicos de la UE. Ninguna otra política ha generado tanto debate, análisis y atención mediática como esta, puesto que tiene por delante hacer frente a dos graves problemas: el empobrecimiento del campo europeo y la creciente globalización de los mercados, en mitad de una crisis económica que amaina, pero no desaparece.

Una PAC no adaptada a las necesidades de este paisaje y una equivocada explotación ganadera, que provoca que los empresarios “tengan que sortear verdaderos problemas para continuar», asegura Sánchez, subrayando que esta situación provoca «una falta de relevo generacional», ya que los jóvenes «no ven alternativas en la explotación de nuestras fincas».

Según la federación, la solución y la supervivencia de la dehesa pasa por la regulación del mercado, y que éste aprenda a valorar adecuadamente un producto de calidad, que acarrea grandes beneficios medioambientales.

La nueva Ley Agraria

El anteproyecto de la nueva Ley Agraria no pone de acuerdo a los agentes implicados. Mientras que IU Extremadura considera que Ley Agraria «no pinta bien» porque no aborda «los problemas fundamentales» del sector, desde el GobEx instan a su aprobación “por el bien de un campo del siglo XXI”.

Pero, entre dimes y diretes políticos son las organizaciones agrarias las que subrayan cuáles son verdaderamente esas necesidades para el sector.

Esta ley merece «una reflexión más profunda», en palabras del secretario general de UPA-UCE Extremadura, y que dé «la posibilidad de consensuarla» para responder a los «intereses de los agricultores y ganaderos». Es una ley que debe contemplar temas «muy importantes», como puede ser el de la financiación del sector agrario, el del «relevo generacional» y el de la situación de la mujer en el medio rural con medidas para proporcionar la igualdad en el campo.

Es más, Upa-Uce y Coag han mantenido reuniones con los grupos parlamentarios para solicitarles que retiren esa ley. “Que devuelvan el toro a los corrales”, en palabras del dirigente de Coag, Juan Moreno.

Eduardo Villanueva /

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