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Pantalla /
Eduardo Villanueva

La controvertida ceremonia de los Premios Ceres, que de un tiempo a esta parte pone el colofón al Festival de Teatro Clásico de Mérida, se emitió en La 2 de TVE en diferido y en la franja de ‘late night’ (es decir, a partir de la medianoche).

Resultado: una cuota de pantalla pobre. 1.8% y 145.000 espectadores. Por debajo de la media de la cadena en el mes de agosto, que se situaba en 2,6%. Es más, ha sido el share más bajo de todas las ediciones retransmitidas y con menos espectadores.

Para ser unos premios con un presupuesto tan elevado (que supera el medio millón de euros) y con unas pretensiones grandes, pretenden convertirse (junto con los Max) en los más valorados del teatro nacional, resulta chocante que los programadores releguen la emisión de la gala a esa franja horaria y en diferido.

Pero lo cierto es que la fama de los Ceres no se traduce en cuotas de pantalla, ni en apreciación por parte de la opinión pública. Son populares porque resultan una herencia envenenada del anterior gobierno de Monago, y arrastran una oleada de críticas por el despilfarro que suponen.

Críticas que han saltado a las páginas de nacional. Y con razón. Porque en una región donde el propio presidente (Fernández Vara) asegura que supedita todo tipo de inversiones en infraestructuras “a que la gente no pase hambre”, pues no se entiende que esta alharaca innecesaria y endogámica siga formando parte de la identidad cultural de Extremadura, (con dinero público).

Máxime, cuando al Festival de Mérida no le hace falta ese tipo de promoción (porque llena el teatro romano igualmente), y menos aun con ese coste, para premiar amigos y conocidos y otros sospechosos habituales.

Y algunos gestores lo siguen defendiendo. Pese a que el presupuesto de los Ceres «en una noche, consume el doble de lo asignado para la producción y distribución de espectáculos» en palabras de la figurinista y el escenógrafo de «El Cerco de Numancia», Maite Álvarez y Damián Galán, que renunciaron a su premio.

Menos mal que la Junta de Extremadura ya ha reiterado la necesidad de financiación privada para estos premios, de momento, innecesarios.

Edición 2012: 153.000 y 2,2%

Edición 2013: 167.000 y 2,1%

Edición 2014: 180.000 y 2,8%

Edición 2015: 145.000 y 1.8%

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