En ‘Taxi’ tú eres como Juan Palomo, tú te lo guisas tú te lo comes, haces de todo un poco ¿no?
Sí, hago de todo un poco y es la primera vez. Y ¿por qué lo hago? Es fácil de entender: porque no tengo ningún jefe encima que me diga haz esto o haz lo otro y la verdad es que cuando uno decide todo sobre lo que quiere hacer tiene la ventaja de que está más tranquilo. Obviamente, te puedes equivocar, pero te equivocas tú, pero nadie te llama al orden. El no tener jefe es muy placentero. En ‘Taxi’ soy director, soy inversionista, coproductor y actor, hago todas las funciones. De hecho, es mi primera vez como director, pero por experiencia y por mi edad creo que ya lo podía hacer.

¿La compañía entonces también es tuya?
Sí, nosotros somos tres socios de esta pequeña productora de teatro.

Hablabas antes de lo bueno de no tener jefe, ¿has vivido alguna experiencia negativa con algún jefe?
Sí, en el sentido de que cuando tienes un director, aunque tú lo contrates, está en los ensayos y te dice haz esto, este gag no me gusta y es incómodo, y esto pasa siempre, casi siempre, sobre todo cuando eres un actor muy personal como yo y que también he sido guionista y tengo un punto de vista un poco más amplio, pienso un poco más allá. Creo que a partir de ahora, lo he decidido, todo lo que haga lo voy a dirigir yo.

“No muevo un dedo por volver a la tele

¿Cómo está yendo la gira con ‘taxi’?
Llevamos tres años, medio año hacemos gira y medio estamos estables en un teatro de Madrid. Muy bien, estoy muy contento y los actores si tienen alguna duda me consultan y que el director esté dentro del espectáculo es bueno porque aporta un punto de vista muy especial. De vez en cuando le doy pautas. Y en la gira la gente sale encantada, feliz, se lo pasa en grande. Es una comedia escrita por un gran autor como es Ray Cooney, que hace comedia de enredo y versionada por mí que tengo experiencia en el humor. Te puedo garantizar que donde vamos la gente sale encantada. Luego estoy con ‘El Monaguillo’, que es un actor con una gran capacidad de conectar con el público, así que tengo todos los ingredientes para crear una obra divertida.

Hablando de ‘El Monaguillo’ he leído que recientemente ha sufrido amenazas en las redes sociales por haber creado un monólogo sobre los feriantes, ¿es culpa de las propias redes?
No era consciente de que esto había ocurrido, pero conozco el monólogo y lo vi en Valencia, no recuerdo lo de los feriantes, lo que sí te digo es que desde que empezó el mundo de Internet siempre tuve claro que no iba a estar en ninguna red. Yo no tengo nada de nada, ni Instagram, ni Facebook ni quiero tenerlo. La gente me conoce desde hace muchos años por mi trabajo. El que tenga un seguidor o cien mil, lo digo con todos mis respetos, me da igual. Yo hago mi trabajo lo mejor que puedo y con la mayor ilusión del mundo y a eso no me gana nadie. Considero que gestionar bien las redes sociales es difícil, mira Paquirrín, yo creo que le ha debido dar un yuyu porque al final depender tanto de los demás es complicado. Después hay mucha gente que se esconde detrás de los aparatos y te amenaza de muerte. En cuanto a lo de Monaguillo yo se lo he dicho en alguna ocasión: rebaja un poco tu rollo de twitter porque al final no sacáis tanto en positivo.

¿Quizá también es que se ha perdido el sentido del humor?
Sí, te critican en un lugar donde no se sabe quién te critica. Todo es susceptible de hacer humor, todo, hay alguna cosa como la religión o la política que tienes que tener un poquito de cuidado y salvo esas cosas, con inteligencia, se puede hacer humor.

En ‘Taxi’ interpretas a un taxista con doble vida, ¿eso es algo más real que ficción?
En el mundo tenemos muchísimos casos de ellos con ellas y ellas con ellos. Lo que pasa es que este no es el típico caso de señor casado con una amante, sino que en ‘Taxi’ es un señor casado con dos mujeres enamorado de las dos. Está atrapado en el amor de las dos, no tiene una como amante porque con ella se divierte más, no. Es incapaz de prescindir de las dos y considera que está regalando amor a dos personas. Eso sí, ellas no saben nada.

¿Te sigue sorprendiendo la reacción del público cuando te subes al escenario?
La comedia funciona si o sí y si la haces con ganas más todavía. Si la haces desganado, a los espectadores les falta el brillo. Hace unos meses en el teatro, cuando estaba representando la función encima del escenario, no sé qué había comido, pero me entraron unas ganas de vomitar terribles. Hice la escena a toda velocidad y me metí en el camerino, vomité y volví a salir.

¿Piensas volver a la tele?
Con ‘Taxi’ tengo, mínimo, para tres años más y no muevo un dedo por volver a la tele. He compaginado muchas veces teatro con televisión y es durísimo, créeme. Con la edad que tengo no me apetece. Me quedo en el teatro hasta que finalice mi carrera.

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