Dudas de papel
Goyo Tovar

Ciudades y pueblos siguen enfrascados en compatibilizar diversión y descanso; cuánto más en estas épocas donde abundan las ferias que se diseñaron para apaciguar las tensiones. Este antagonismo vecinal sigue desembocando en la esperanza fofa de que algún pensador, algún día, diseñe la estratagema social que reporte un claro triunfo de la diversión sobre el descanso. Que ahora existe un claro triunfo, lo que pasa es que no hay conformidad. Ser magnánimo en la victoria y leal en la derrota. Es muy posible que maestras y maestros hayan predicado esta compostura a las generaciones que ahora son adultas; pero me temo que los cándidos y las sencillas estaban más atentos a los saberes judíos: un ojo vale un ojo y un diente cuesta un diente. Los últimos resultados fraternales entre socialistas nos colocan -y a ellos más- ante la duda de optar por qué tipo de humanismo. Cuanto más monoteísta, más violentada es la herida. Otro duelo de pasiones se celebra en la memoria de lo que ha pasado. Recordar puede servir para restablecer; pero si ello conlleva gastos del que se dice ganador, el doloroso cinismo suele ser la moneda adecuada. La invitación al olvido histórico no es compañera del perdón; sino una ocultación cínica de anticristianismo. Debe ser muy mala una nación que tenga armas nucleares en su arsenal. Esta valoración está tan asumida por las naciones que sí las tienen, que el jefe del mayor contenedor de bombas fúnebres, ha prometido a los judíos que los iraníes no las tendrán. Un arma puede servir para que al otro no se le ocurra agacharse a por una piedra. ¿Puede romperse el sistema? La mujer comienza a diseñarse como jefa de proyecto de la casa común, pero le parece menos agotador seguir haciendo todo lo que implica la rutina del hogar, que batallar con su pareja para que cada uno haga su parte. Si la contienda llega a este nivel de entendimiento, el triunfo y la derrota están consentidos. Izquierda Unida y Ahorapodemos ya han debatido el asunto y afirman que si Pedro Sánchez presenta una moción de censura, ellos retiran la suya. Sólo quedaba un día de plazo. ¿Se entiende que ni tan siquiera haría falta leerla para hacerla propia? Y alguien de la justicia entiende que un twitero pone en riesgo nuestro sistema judicial. Tengo muchas más dudas en mis papeles.

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