Paco Castañares /
Paco Castañares /

El incendio de la Garganta de los Infiernos, “el de mayor riesgo medioambiental de la historia de Extremadura”.

La Asociación Extremeña de Empresas Forestales y Medio Ambiente (AEEFOR) califica el incendio registrado este verano en la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos como “el de mayor riesgo medioambiental de la historia en Extremadura”, lo que, dicen, reconoce la propia Consejería de Agricultura y Medioambiente de la Junta de Extremadura, “pues declaró en él el Nivel de Emergencia II y la Situación de Gravedad 2 del Plan de Protección Civil y Emergencias”. Y en los propios informes oficiales, añaden, se justifica la aplicación de esos niveles en la situación de “grave riesgo para el medio ambiente”.

Ante estos hechos, la Asociación dice no entender por qué razón los responsables de Medio Ambiente “se obstinan en negar unos daños evidentes”; daños que según señalan “puede comprobar cualquiera que esté dispuesto a trepar a más de 2.000 metros de altitud en un territorio de difícil acceso”, como ellos ya han comprobado en una visita realizada a la zona junto con técnicos en la materia.

Daños “incuestionables”

Para AEEFOR, los responsables de Medio Ambiente deberían explicar por qué razón esta Reserva Natural no tiene Plan de Prevención de Incendios aprobado, “como se exige” en su normativa de creación, en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y en el Plan Rector de Uso y Gestión de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. “La normativa en vigor exige que se adopten medidas especiales de protección contra incendios y se apruebe y mantenga actualizado un Plan de Prevención de Incendios Forestales para toda la Reserva Natural”; y además, añaden, el propio Plan Rector de Uso y Gestión “establece que los incendios forestales constituyen una de las principales amenazas a las que se enfrenta la Reserva Natural, pues pueden constituirse en el factor de degeneración más rápido y devastador”.

Refiriéndose a las consecuencias del fuego, la Asociación hace constar que afectó a una zona de alta montaña “donde están los elementos más frágiles de la Reserva Natural, los que más valor tienen por ser endemismos propios de Gredos y Tormantos, estar en peligro de extinción o ser vulnerables a las alteraciones de su hábitat”; calificando de “intento de engaño” el pasar por alto el daño de la erosión, que arrastrará tierra, piedras, ceniza y restos de vegetación quemados que acabarán en los cauces de la red fluvial del interior de la Reserva. Esto, advierten, se producirá ya este otoño, “contaminando gravemente” las gargantas de los Asperones, la Serrá, los Tres Cerros, Collado de las Yeguas y los Infiernos, y provocando “una pérdida elevada de niveles de oxígeno en el agua, que hará imposible la supervivencia de truchas comunes y desmanes ibéricos”. Y además, añaden, en la zona “sigue habiendo puntos potentes de actividad en el interior de la turba, lo que quiere decir que el incendio sigue activo, con el riesgo que conlleva”, por lo que consideran que “deberían examinarse todas las turberas que hay con el fin de detectar si hay más puntos calientes”.

No obstante, los responsables de AEEFOR señalan que si, como aseguran los responsables de Medio Ambiente, hay un informe que confirma que no hay daños, dicho informe “deben hacerlo público para que todos sepamos a qué atenernos”.

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