De Cáceres de toda la vida /
JOSÉ MARÍA SAPONI

Noviembre es un mes muy particular, el refranero español de él dice: “dichoso mes, empieza con los Santos y termina con San Andrés”, haciendo alusión a que efectivamente empieza con la Fiesta de Todos los Santos y termina con la conmemoración de San Andrés, el día 30. Y también es un mes de especiales características porque en sus comienzos se conmemora el Día de los Difuntos, fecha en la que mucha gente, visita los cementerios ofreciendo Misas y oraciones por los familiares y amigos fallecidos a los que especialmente se dedica en el calendario el día 2 de noviembre.

Antiguamente, en la infancia y adolescencia de muchos de nosotros, el Día de Todos los Santos, salíamos al campo a asar castañas y era mucha la ilusión que llevábamos a pesar del frío que el mes de noviembre traía consigo, pero siempre volvíamos a casa felices, porque normalmente el día lo habíamos pasado muy bien, siendo hoy un día de recuerdos de aquellos amigos que nos faltan y que aún ahora recordamos.

Además al final de octubre se cambia la hora en toda Europa, comienza la que llaman hora de invierno, retrasando el reloj una hora, cosa que se hace porque al parecer, así se ahorra consumo de energía eléctrica, cosa difícil de creer, porque si efectivamente por la mañana hay más luz cuando la gente sale a la calle a sus tareas diarias, sin embargo por las noches la obscuridad también aparece antes y los Centros de trabajo y las viviendas encienden las luces antes, pienso que aquí se saca como se suele decir “lo comido por lo servido”, pero en toda Europa se hace así.

Bueno pero al parecer se han hecho cálculos de lo que supone en consumo de energía eléctrica en invierno o en verano Yo digo que a mí esto de cambiar la hora es hasta perjudicial para la salud, porque todos somos animales de costumbres. Y todo tiene su programa establecido y especialmente los seres humanos, que estamos acostumbrados a una hora determinada para comer, para trabajar, y también hora para dormir y con los cambios estos, todo se trastoca, por lo que quizás sería más adecuado conservar la misma hora siempre.

En la historia del mes de noviembre, había una costumbre, que ya no se lleva tanto, y es que aparecía Don Juan Tenorio en muchos teatros de España, era tradicional representar el Tenorio, de José Zorrilla que se convirtió en la obra de teatro más representada en un escenario desde su estreno en el Teatro de la Cruz de Madrid el 28 de marzo de 1844, que por aquel entonces era el Corral de Comedias más importante de la Capital de España, y que compartía triunfos con el Teatro del Príncipe de Madrid.

Como tantas cosas, el fantasma de Don Juan Tenorio ha desaparecido, pero en este noviembre sigue en escena el fantasma separatista del Presidente de la Generalidad de Cataluña Sr. Más, al que se le ha señalado como línea roja a no traspasar la Constitución Española.

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