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Licenciado por la Universidad de Medicina de Badajoz. Médico interno residente de Nefrología durante 4 años en Hospital San Pedro de Alcántara, con rotación en Hospital 12 de Octubre Madrid. Facultativo especialista de Área en Nefrología durante 2 años en el San Pedro de Alcántara como responsable de la Unidad de Agudos y de acceso vascular para hemodiálisis. Facultativo especialista de área en Nefrología 4 años en Hospital Virgen del Puerto de Plasencia.

Para un diabético que sufra de problemas renales, ¿qué se le aconseja? ¿Y a los hipertensos y con el colesterol elevado?

La diabetes condiciona mucho la enfermedad renal. Debido a las alteraciones que se producen en la estructura renal en los pacientes diabéticos, la función depuradora de la sangre que lleva a cabo este órgano se van deteriorando de forma progresiva, produciendo un aumento constante de las cifras de urea en sangre y una pérdida progresiva de proteínas a través de la orina. Hay que incidir en el estilo de vida que lleve el diabético. Es fundamental el abandono de hábitos no saludables como fumar y el sedentarismo.

En cuanto a los niveles de control de hipertensión, deben ser estrictos. Con el colesterol hay que ser más escrupuloso en su control. Hay que hacer una regulación todavía más a la baja.

¿Por qué se producen los cálculos y qué daños pueden ocasionar?

Los cálculos renales, piedras en el riñón o nefrolitiasis es una masa dura que se origina gracias a los cristales presentes en la orina. La producción se debe a múltiples causas. El riñón es una estructura difícil, que presenta tres partes muy diferenciadas. Una de esas partes es el túbulo donde se concentra mucha orina y productos como el ácido úrico, el calcio, el fósforo y otra serie de iones, que unas veces recoge y otras veces elimina. Cualquier alteración en ese mecanismo de absorción o eliminación puede provocar que se orine más calcio del debido, más ácido úrico o que la acidez de la orina se vea alterada y origine piedras.

No todos los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal pueden ser trasplantados

Los tipos de cálculos difieren. Por esta razón, se hace necesario un análisis de los mismos para poder erradicarlos y construir una vida saludable para que su aparición no vuelva a suceder.

Las medidas nefrológicas muchas veces van encaminadas al estudio de por qué se produce ese cálculo. Son estudios metabólicos, así como a las medidas que el paciente puede adoptar para que esa piedra o crezca menos o no aparezca. En definitiva, hay que individualizar mucho el tratamiento, acorde con el diagnóstico de cada paciente. Porque hay que tener en cuenta que aunque los cálculos renales pueden eliminarse del cuerpo sin causar efectos permanentes, son dolorosos y tienen la capacidad de generarse de nuevo si no se establece un tratamiento adecuado y personalizado.

¿Hay una predisposición genética?

Como todo en la vida, sí. Pero sobre todo si llevas un estilo de vida desordenado, con una alimentación inadecuada tendrás más probabilidades. Por eso las medidas van encaminadas a un control dietético del paciente, junto con una serie de fármacos que actúan sobre la eliminación a nivel renal.

¿Todos los pacientes son susceptibles de trasplante renal?

No todos los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal pueden ser trasplantados por problemas o limitaciones de naturaleza médica o quirúrgica. Es el caso de los pacientes con edades muy avanzadas (más edad  biológica que la cronológica) y aquellos con problemas importantes de origen cardíaco, hepático, neurológico, pulmonar, patología infecciosa crónica, enfermedades tumorales no resueltas, etc.

En todo paciente en el que el riesgo vital de la operación y de las complicaciones asociadas con la medicación anti-rechazo se considera excesiva o importante, es mejor contraindicar el trasplante renal.

Los cálculos renales tienen la capacidad de generarse de nuevo si no se establece un tratamiento adecuado y personalizado

Para optar al trasplante, los pacientes deben tener unas condiciones orgánicas adecuadas y realizarse, previamente al mismo, un estudio exhaustivo que no lo contraindique.

En la actualidad, ha disminuido el número de donaciones  y ha aumentado el número de donantes añosos (donantes de edad avanzada), así como la población con insuficiencia renal terminal, lo cual ha llevado a crear los criterios expandidos para los receptores añosos y fomentar el Tx (donante vivo) en los receptores jóvenes.

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