DR. MANUEL MURO: “Una revisión oftalmológica cada dos años es una medicina preventiva”

OFTALMÓLOGO Hospital Virgen de Guadalupe Cáceres

Natural de Cáceres y licenciado en Medicina por la Universidad de Salamanca. Pasó por el Hospital Central de Asturias donde aprendió del doctor Fernández-Vega todo lo relativo a la cirugía refractiva y de retina. También realizó rotaciones en el prestigioso Instituto Oftalmológico Fernández-Vega y después trabajó como médico oftalmólogo durante siete años en el Hospital comarcal de Don Benito-Villanueva, que ha combinado con su carrera profesional en la medicina privada, tanto en Cáceres como en Badajoz.

¿Cada cuánto tiempo es aconsejable acudir al oftalmólogo?

Lo aconsejable es que acudan a realizarse una revisión una vez al año. Pero, ciertamente, las personas más jóvenes, que no tengan problemas de visión, pueden acudir perfectamente con una periodicidad de dos años, porque el riesgo de padecer una afección ocular es mucho menor…

Hay un estudio que establece que el 48% de los jóvenes de entre 18 y 24 años no acude nunca al oftalmólogo…

Bueno, no conozco muy bien la precisión de ese estudio, pero es normal que las personas gocen de buena salud visual en su juventud. En cualquier caso, para acudir al oftalmólogo solo tienes que necesitarlo; tu propio cuerpo lo demanda. Cuando notas que no ves bien, no hace falta que nadie te diga que vayas al médico. Por tanto, mi recomendación es que se haga una revisión oftalmológica cada dos años, porque es una medicina preventiva para tener en cuanto la graduación, la tensión ocular, realizar un fondo de ojo…

Y en el caso de los niños…

Un niño que no presente ningún problema oftalmológico, con una revisión anual es suficiente.

Cambiemos de asunto, ¿se puede hacer uso indebido de las lentillas?

Las lentes de contacto son herramientas muy útiles, pero si se hace un uso indiscriminado, puede acarrear problemas. Las lentillas hay que utilizarlas de forma personalizada, para cada caso.

Se abusa de las lentillas y esto provoca problemas más o menos graves: conjuntivitis, sequedad en los ojos, moldeamiento corneal. Aunque la mayoría de las veces se trata de problemas reversibles, pero el asunto puede derivar en una intolerancia a las lentillas.

El uso indebido de las lentillas lo realizan sobre todo los adolescentes, que abusan de ellas por estética y comodidad. Esto en cinco años se traduce en un ojo seco, intolerante a la lente de contacto y con una conjuntivitis papilar.

¿Durante cuántas horas se pueden utilizar?

Si tienes una buena lágrima, la media serían unas ocho horas. Lo mejor es dividir el tiempo entre el uso de gafas y lentillas. Un 50% del día con lentillas y un 50% con gafas. De hecho, mucho de los pacientes de cirugía refractiva abusan de las lentillas porque odian las gafas y, finalmente, la intolerancia que desarrollan a las lentillas solo les permite como opción la cirugía, porque no quieren gafas.

¿Hay contraindicaciones a la hora de utilizar lágrimas?

Ahora mismo hay una gran variedad de lágrimas artificiales; entre 50 y 60 tipos. Hay lágrimas para todo tipo de patologías, porque la superficie ocular es una subespecialidad dentro de la oftalmología. Hay lágrimas para regenerar el epitelio, para la sequedad leve. Dentro de cada lágrima se puede utilizar arsenal terapéutico distinto y adaptado a cada caso. Así que, no hay contraindicaciones en este sentido. Lo único es que las lágrimas antes entraban por la Seguridad Social y ahora son de pago. Todas.

¿Cuál es la cirugía ocular más frecuente?

La cirugía más frecuente en el mundo es la de cataratas. Es una cirugía que aporta mucha calidad de vida al paciente, que se hace muy fácilmente, con técnicas muy seguras, pero sigue siendo muy complicada y se ha banalizado un poco.

Luego hay que resaltar el uso de las lentes multifocales. Las lentes intraoculares multifocales han significado una revolución, tanto en el campo de la catarata como de la cirugía refractiva intraocular, porque corrigen no sólo la visión lejana sino también la visión próxima. Mientras que las lentes monofocales sirven para ver bien de lejos, pero luego se necesitan unas gafas para ver de cerca, las lentes multifocales resuelven este aspecto de manera segura.

¿Hay técnicas para corregir la presbicia?

Técnicas para corregir la presbicia hay muchas, pero no hay ninguna definitiva. El futuro pasa por la lente multifocal. Aunque ahora lo que se implantan son lentes bifocales o trifocales, que son como unas gafas progresivas. Tampoco son lentes que se puedan implantar a todos los pacientes, hay que estudiar cada caso. Cada año el número de lentes que se implantan crece progresivamente porque se va teniendo mayor experiencia médica en el tema y más seguridad.

Síndrome de la pantalla del PC

En la actualidad, los ordenadores y las pantallas se han incorporado casi por completo a nuestro modo de vida. El grueso de las empresas están equipadas con ordenadores. También utilizamos pantallas para uso personal, en el sistema educativo, ocio y juegos electrónicos. Sin olvidarnos de la televisión.

Nuestra rutina diaria está invadida por todo tipo de pantallas ¿Pero cómo afectan a nuestros ojos? Picor, enrojecimiento, sequedad o visión borrosa son síntomas directamente relacionados con el Síndrome Visual Informático que, según una reciente encuesta del Col·legi Oficial d’Òptics Optometristes de Catalunya (COOOC), sufre hasta el 70% de la población.

¿Qué supone el síndrome de la pantalla del PC?

Pues se nota tanto en los niños como en adultos. Los ojos se irritan más, se fatigan… Pero donde más se nota es en adultos de más de 40 años, aquí la fatiga visual que provocan las pantallas es tremenda.

¿Qué se puede hacer en estos casos?

Hombre, pues tener un poco de sentido común y dosificar las horas frente al ordenador o el móvil. Crear un hábito higiénico de uso de las pantallas, haciendo descansos cada dos horas (si el problema es intenso, cada hora) y utilizando lágrimas artificiales; mirar al infinito, levantar la mirada de la pantalla y proyectarla a lo lejos… Leer supone que el ojo esté en su máxima actividad y el ojo necesita descansar.

Eduardo Villanueva /