La Delegación del Gobierno autoriza los desplazamientos a los huertos de autoconsumo
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huertos

Dudas de papel /
Goyo Tovar

Tengo y atiendo a mi huerto, que no necesita adjetivo moderno porque un huerto tiene ya esencia sustantiva para una organizada dependencia de las leyes de la Naturaleza. Quizá las personas que no tienen su huerto pudieran preguntarse qué utilidad tiene un huerto si, al final de cualquiera de las temporadas, cuando consumas la auditoría económica, los malos números te dan voces y te demuestran que el tesoro es el engaño.

Obama tiene un huerto que con esmero cuida Michelle. Entre otras plantas la anfitriona ha enseñado a nuestra reina algunos pimenteros de no sé qué variedad. Según la esposa presidencial, nacieron de unas semillas que le regaló el rey Juan Carlos en uno de sus viajes de allí; y allí lo hispano triunfa con la misma rotundidad que se desprecia lo hispano desde esta parte de la antigua Marca Hispánica. Son las cosas incomprensibles de la desconocida historia.

Los siete condados catalanes (Pallars, Urgel, Cerdaña, Rosellón, Besalú, Ampurias y Barcelona) eran parte de la barrera entre el califato de Córdoba y el imperio carolingio; o sea, que lo mismo en el futuro se contaminan de reinos taifas que de grandiosidad gala. Es el inconveniente de vivir entre dos lonchas de pan. Sigo sin entender aunque me lo expliquen en la intimidad.

Allende a las fronteras de lo carolingio, en la actual Copenhague se encuentra el restaurante “Noma”, tres veces elegido como mejor restaurante del mundo, y su chef René Redzepi anuncia el cierre para el primer día de 2016 a la vez que promete con solemnidad que al año siguiente abrirá un local en esa misma ciudad con una granja y un huerto urbano. Ya se estarán reservando entradas sin saber qué animales allí se cuidarán y qué verduras allí crecerán. Si no se tiene huerto, al menos hay que ir al huerto.

Antes, los huertos eran cosa propia y exclusiva de pobres austeros pero ya ven cómo despacito van apareciendo los nuevos excluidos sociales del pijerío; son los ricos que, pudiendo, aún no tienen su huerto porque tampoco tienen su tiempo. Con la misma intensidad que los gobiernos modernos se olvidan de lo rústico y rural, los potentados aspiran a gozar del huerto. ¿Nos están fabricando la antesala de un segundo Renacimiento?

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