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Resulta cuanto menos curioso que la Infanta Cristina siga en el banquillo de los acusados por no habérsele aplicado “la doctrina Botín” justo porque su marido se ha llevado el botín. La diferencia es mayúscula y no sólo lingüísticamente hablando. La Audiencia de Baleares la ha declarado “cooperadora forzosa” del presunto fraude mantenido por su marido en el Caso Nòos. Ella, cariacontecida por la decisión del tribunal, parece ser la única sorprendida, pues unánimemente estamos de acuerdo en la existencia de pruebas más que comprometedoras de que algo debía sospechar del enriquecimiento fulgurante de su querido don Iñaki.

Mientras en Palma tienen carnaza para seguir alimentando al amarillismo, por aquí aún no nos hemos conseguido poner de acuerdo ni para formar Gobierno ni para aprobar las cuentas regionales. De un lado para otro, de despacho en despacho, esto ya tiene tintes dramáticos. A Sánchez le aconseja hasta la portera de su inmueble y aparecen expresidentes como hongos para decir lo que hay que hacer: “sentido de Estado”, lo llaman, cuando más bien es un arranque de protagonismo anacrónico. Veremos quién gobierna y cómo lo hace porque a este cuento todavía le resta el capítulo final. ¿Un gobierno de mayoría o gobernar para la mayoría? Ésa es la gran cuestión a la que tienen que enfrentarse los eternos candidatos. De las urnas no salió una España dividida, sino una España plural y con ese matiz deberían sentarse a negociar. En campaña los puñales son instrumentos casi lícitos pero cuando nos sentamos a hablar de España hay que dejar el ego en casa y tratar de buscar el beneficio común. A estas alturas puede gobernar PP o PSOE y no se extrañen que incluso pueda sentarse Iglesias con una jugada rocambolesca.

Desatascar las instituciones. Pensar no tanto en quién, sino en cómo y para qué. Solo así este país recuperará la confianza en la clase política, máxime después de los últimos escándalos de corrupción que siguen aflorando. Llegará el momento en que los informativos hablen de deportes y de corruptelas. ¿Se imaginan? Que deban darle una sección propia para actualizar los últimos escarceos de lo ajeno. ¿Un reality de mangantes encerrados en una casa? Todo se andará.

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