Acaba de presentar su nuevo disco ‘The darkest córners of my soul’, dando inicio a su gira ‘Darkest tour’. Un trabajo mucho más personal, incluso visceral; que navega entre el equilibrio perfecto de lo clásico y lo contemporáneo, la luz y la oscuridad.
¿Por qué decides que tu apellido artístico fuese Bird?
Siempre me gustaron los pájaros y lo que simbolizan. He recelado mucho de poner mi nombre real en las redes sociales; puse el nombre de varios animales hasta que me decidí por ‘bird’. Me representaba mucho.
¿Hubo algún factor desencadenante por el cual decidieras decantarte por el piano?
El piano siempre ha estado en mi casa. Mi madre lo tocaba, y siempre recuerdo que cuando era pequeña con dos o tres años iba a la cocina a comer y pasaba al lado de él y tocaba teclas aleatorias.
¿Has tenido algún apoyo fundamental en tu carrera musical?
Mis padres. Ellos siempre han estado en contacto con la música. En mis momentos de crisis en el conservatorio, me animaban para que siguiera; porque en realidad sabían que era lo que me gustaba.
Comenzaste a subir tus vídeos a YouTube, ¿crees que es fácil acceder al éxito con este tipo de plataformas?
Sí, yo creo que ayuda muchísimo. Hice una versión en concreto de “Somebody I used to know”. La gente buscaba y de una forma u otra acababan en mi vídeo.
¿Qué sientes cuando subes al escenario?
Es la mejor droga; hay mucha comunicación entre el intérprete y el público. Yo disfruto cuando veo las caras de la gente. Para mí la música es una necesidad, una vía de escape. Algunos días, lo único que me consuela es la música.
¿Por qué te decantas por el inglés como modo de expresión?
Me he criado escuchando música anglosajona. Para mí es más fácil expresarme en inglés, es un idioma mucho más melódico. Me ayuda a jugar con la voz y con la melodía.
¿Qué representa tu último disco?
Es como un cambio de estilo. En éste he hecho algo mucho más continuo y más conceptual. Ha sido un trabajo de experimentación.
¿Cuál ha sido el momento más feliz que te ha proporcionado la música?
El más especial fue el viaje a Inglaterra; el cantar en el WOMAD. Fue una experiencia muy corta, pero muy intensa.
¿Reflejas en tus actuaciones las nociones que posees de arte dramático?
No es mi intención, pero las herramientas las tengo ahí y las utilizo. La concentración o incluso la forma de colocar el cuerpo.
¿Tienes otros proyectos en mente?
De momento, la gira con el disco para ir abriendo el abanico de lugares. Actuaré en Extremadura, Portugal… Si todo sale bien tengo un proyecto de música para niños. Pero bueno, ahora tengo que centrarme en la gira.
Eneida Martín /
