Historias de Plutón
José A. Secas

Me he convertido en una “celebrity” internacional por una confluencia (que es mejor que la coincidencia), como casi todo en esta vida. Últimamente, poder comunicar es más fácil y disponemos de muchos recursos; lo malo es que la mayoría de la gente te cuenta películas, obviedades, trata de adoctrinarte o hace el chorra. Yo estaba ahí, como muchos más. Tenía cuentas en varias redes, seguía a youtubers y subía mis cosas a mi canal. Un día (bueno, hace ya casi tres años), me dio el punto de currarme un video con una nota de voz, unas fotos y mucho arte. Todo lo que transmitía el vídeo me salió del alma; de verdad. De allí surgió la voz, el enfoque, las imágenes, la melodía y el ritmo. Creo es es eso lo que ha atrapado a tanta gente: es auténtico. Me imagino que por esa regla de tres yo también lo soy.

De apenas sonar el teléfono, he pasado a tener dos números que echan chispas. Las personas que me ayudan a cargar con todo esto, también llevan dos teléfonos. La gente que quiere contactar conmigo, llama. Tienen filtros técnicos y personales para llegar hasta mi. A muchas personas aun les cojo la llamada. Las redes sociales sirven para otras cosas. Ahí no me expongo nada más que lo necesario. Lo mejor es verse las caras pero moverse es costoso (en todos los sentidos). Yo sigo aquí haciendo lo de siempre y siendo el mismo pero no es como antes. Hay tipos que siempre están ahí con sus cámaras y te atosigan con los selfis. Es cosa de la fama y estoy aprendiendo a marchas forzadas. Bueno, no es más que la vida que me ha tocado. Ha habido varios momentos en los que me he planteado preguntas profundas. He dado respuesta a esas cuestiones con más o menos tino y, al final, todo va teniendo sentido.

Creo que ganar tanto dinero no sirve para nada si no lo compartes y lo haces crecer. No para amasar y convertirte en un avaricioso, no; sino para que la riqueza llegue a más y más gente; desde los más cercanos, a aquéllos que indirecta o colateralmente están contribuyendo a que yo gane cada día más fama y dinero. También os digo que ser rico y famoso es un fastidio y eso de la empatía es muy difícil de entender para quienes no se acercan, ni por asomo, a mi tren de vida y solo son seguidores de mis videos y unos deslumbrados por esa fama que ellos mismos alimentan. No me pueden entender pero yo a ellos si. Menos mal.

Quiero conservar mi humildad y mi humanidad todo lo posible porque me veo como un chico motivado y con suerte que hace lo que quiere y dice lo que piensa y que tiene la suerte de que gana una pasta por ello. Por favor, amigos, si un día os rechazo u os hago un mal gesto o tengo malas palabras para vosotros, recordadme esto que os digo. No permitáis que me convierta en un gilipollas.

Artículo anteriorJavier Bauluz
Artículo siguienteRafael Hernando, matón de taberna

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí