La Billy Boom Band, un grupo de rock para niños y sus padres, actuará el 24 de abril en el Gran Teatro de Cáceres.
La base de esta banda son Marcos Casal y Raúl Delgado, hasta hace bien poco más conocidos como La Sonrisa de Julia y que ahora han comenzado este nuevo proyecto donde «la única meta es divertirse con la música».
Junto a ellos están Julia Fernández Valdor, que es autora y editora de libros de texto; Iván Cisneros, un maestro de Educación Musical y músico que colabora con ellos en el enfoque didáctico para colegios y en los contenidos, y Laura Escallada, una artista plástica ilustrando el universo que sirve para dar forma al mundo Billy Boom Band.
¿Por qué este empeño en demostrar que el rock también es cosa de niños?
Nosotros pensamos que la música infantil no debe limitarse a propuestas simplificadas. Creemos que hay una parcela de la música, del arte en general, que pueden disfrutar niños y adultos a partes iguales. A nosotros el rock, que es lo que sabemos hacer, nos sirve para conectar con niños y niñas, pero también con el niño que los adultos aun llevamos dentro.
¿No creéis que existe una clara diferencia entre los niños que crecieron viendo ‘La bola de cristal’ y los de ahora, que apenas tienen referencias musicales, más allá del universo Disney?
Diferencias hay, sin duda. Cada generación tiene su mundo de referencias, sus iconos, sus modelos… ‘La bola de cristal’ fue una propuesta genial, hoy arriesgada, que reflejó todo un momento social, político y cultural. Los niños de ahora están expuestos a muchísima más información de todo tipo que antes, y los filtros tendrán que ser diferentes. Tampoco creemos que sea malo que la tele no haga el filtro por ti y que seas tú quien tenga que aprender a buscar o a investigar sobre lo que te interesa, o aprender a elegir y a tener juicio crítico sobre la marea que ofrece Internet, por ejemplo. Por otro lado, ahí están también las familias y la escuela para compartir con los niños modelos y ofrecerles calidad. Si no te gusta lo que hay, a veces hay que apagar un rato la tele y no esperar que haga el trabajo por ti.
“La música infantil no debe limitarse a propuestas simplificadas”
¿Cómo saltó la chispa que hizo que este proyecto se materializara?
Es un proyecto que llevaba más de seis años cocinándose. La chispa fue un cúmulo de coincidencias: una conversación con un amigo profesor de música de la escuela pública, un concierto en un colegio, un momento de descaso de otros proyectos que dejaron hueco para este, tener hijos…
Hacéis una labor de ayuda a los padres hartos de los ‘Cantajuegos’…
¡Pues nos alegramos mucho!
¿Qué pueden esperar los padres y niños que se acerquen a disfrutar de este espectáculo? Desde el punto de vista de la puesta en escena y la estructura del show…
Nosotros hacemos conciertos de pop-rock para toda la familia. No hacemos shows infantiles con muñecos para que los niños se distraigan un rato. Es un concierto con una banda de rock contundente, con toda la energía de la música en directo. Niños y mayores pueden esperar disfrutar de una experiencia diferente, juntos, en la que creemos que van a pasarlo muy bien.
La banda presentará en este concierto su primer disco: ‘El Rock no es cosa de niños’
En cualquier caso, vuestro espectáculo va más allá de la escena. Una web con unidades didácticas, DVD, etc.
Si, para nosotros Billy Boom Band es algo más que una banda de rock. Es todo un puzle en el que vamos encajando a nuestra manera piezas como la música, la ilustración, nuestras ideas sobre lo que es ser un niño y ser un adulto en la sociedad… Y todo esto acaba concretándose en canciones, en videoclips, en un libro para pintar y crear, en materiales didácticos para coles y por supuesto en conciertos.
¿Por qué ya no hay programas musicales en la televisión? ¿Qué poso cultural se puede esperar que tengan ahora los menores con esta situación?
Pues no sabemos por qué ya no hay programas musicales en televisión. Eso lo podrán explicar quienes lo gestionan. En todo caso, lo que sí tenemos hoy en día es un acceso brutal a través de Internet a la música. Quizá nunca antes habíamos estado tan expuestos, mayores y pequeños, a los contenidos. Nos toca aprender a gestionarlo y a afinar juicios críticos, que no es tarea fácil. Pero todas las generaciones tienen sus retos. Desde luego, nosotros esperamos que de este momento excepcional surjan posos culturales; que serán muy diferentes a los de antes, pero que serán.
Eduardo Villanueva /
