La Asociación de Familias de Personas con Trastorno del Espectro Autista (Aftea), de la que es presidenta Ana Belén Salas, la madre de la niña con TEA supuestamente maltratrada, ha pedido esta semana que se instalen cámaras de video en las aulas de educación especial de los centros escolares de Extremadura, así como más recursos y formación para los profesionales que trabajan con niños de capacidades diferentes.

Los profesionales y las 80 familias que forman parte de Aftea mostraron a través de Francisco Madruga, y José Pérez, director de la asociación, su apoyo a los padres de la niña con autismo presuntamente maltratada en el CEIP Ribera del Marco y han anunciado que pondrá en marcha en el mes de septiembre un programa de formación del profesorado con clases teóricas y prácticas para que «la respuesta de los docentes en estos casos sea más adecuada».

Además AFTEA ha anunciado que mandará a la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura una serie de peticiones para mejorar la atención a los niños con TEA como que sea obligatoria la formación de profesores y orientadores en este tipo de trastorno, la reducción de la ratio de alumnos de educación especial por aula, ampliar los perfiles de los profesionales y un trabajo coordinado entre el ámbito sanitario y educación.

Maestros sombra

Entre las peticiones que Aftea reclama a la Administración regional está la creación de la figura del ‘Defensor de la inclusión’ ya que, Pérez considera que las familias «están desprotegidas ante un sistema que discrimina a nuestros hijos». Además, pide también la presencia de maestros «sombras» y la instalación de cámaras en las aulas de educación especial para proteger a los alumnos, sobre todo los que tienen problemas de comunicación y «no pueden contar lo que les pasa».

En este listado de reivindicaciones se recoge también aumentar plazas de educadores y orientadores y que se diseñen «programas de patio en los recreos» para potenciar la sociabilización de estos niños.

Respecto al caso concreto que se está investigando en el colegio cacereño, Pérez ha calificado de «salida valiente» el hecho de que la madre de la niña, que es presidenta de Afeta, colocara una grabadora en la mochila de la alumna para grabar lo que pasaba en el aula. «La única salida ha sido esa», ha apuntado el director que, tal y como recoge Europa Press, a la pregunta de si los cortes de audio podrían estar «manipulados» como apuntan algunas voces que defienden la labor del colegio, ha respondido que «eso lo tendrá que dirimir la justicia».

Tal y como dijimos la semana pasada, el asunto está en el Juzgado de Instrucción nº 7 de Cáceres ante la denuncia interpuesta por la familia de la menor a la directora del colegio, la cual ha sido apartada de su puesto de trabajo como medida cautelar por parte de la Junta de Extremadura, que también ha abierto una investigación sobre el caso.

Respecto a la «exposición mediática» que se está haciendo de este tema en los medios de comunicación y que podrá dañar la labor de los docentes, Pérez ha recordado que la denuncia se ha interpuesto hacia una persona muy concreta, la directora del centro, y no hacia el cuerpo docente en general.

Por eso, defiende que el problema está en la falta de medios para ofrecer una educación inclusiva a estos alumnos y que la solución no está en escolarizarlos en colegios de educación especial como PROA sino en crear aulas concretas en centros con personal adecuado para su atención.

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